El Gobierno debe 32.000 millones de euros a la industria armamentística y, en plena época de crisis, sigue gastando en el ejército. Las misiones en el exterior se presupuestan cada año por 14 millones de euros, cuando en realidad acaban costando 700 millones de euros. ¿Por qué acumula esa deuda el ministerio de defensa? Si España no está participando en guerras, ¿por qué se sigue comprando armamento? ¿Existe riesgo de ser atacados? ¿O más bien es que hay compromisos adquiridos con la industria militar?

En búsqueda de respuestas, Jordi Évole se cita con expertos sobre el funcionamiento de las fuerzas armadas y visita una feria de armamento en Polonia. En los últimos años se ha potenciado la exportación y venta de armas a otros países. Pero ¿existe una limitación para la venta de armamento o se puede vender incluso a países que violen derechos humanos?

Jordi Évole cierra el programa con el testimonio del ex ministro de defensa Eduardo Serra, quién nos afirma “la prioridad de un estado es la defensa, por encima de la educación o la sanidad”.