En 2007, el Gobierno animó a invertir en energía renovables, prometió ayudas de hasta el 40% y gran rentabilidad a los inversores, pero tan sólo tres años después comenzaron los recortes.

Por este incumplimiento, España tendrá que pagar a los inversores, eso sí, sólo a los extranjeros. El banco mundial ha fallado a favor de las empresas internacionales que denunciaron el incumplimiento del Gobierno.

Pero la situación es distinta para los inversores nacionales, las empresas y las familias que se animaron a invertir, de momento, no recibirán ninguna contraprestación. El Camino al Sol llevó a miles de familias hasta Madrid, donde pidieron compromiso ante su dura situación.

En 2015, el Gobierno actual sentenció a las 62.000 instalaciones fotovoltaicas con un real decreto en el que volvía a recortar las ayudas a las renovables. Aunque el Gobierno asegura que recurrirá el arbitraje, España tendrá que desembolsar 128 millones de euros sin contar las 26 denuncias que aún tiene pendientes.

Entre 2013 y 2014, muchas familias ante su dura situación económica vendieron sus instalaciones, pero otras las perdieron a manos de los bancos por impagos.

Todo ello a pesar de que España es el primer país del mundo en capacidad termosolar instalada y actualmente aporta un 8% de energía al sistema eléctrico de España.