Todo ocurrió en un vuelo que salía de Seattle con destino a Pekín. Tras una hora de vuelo y con el Boeing 737 de Delta sobrevolando el Pacífico, Hudek, que tenía un asiento en primera clase, se dirigió hacia la puerta delantera del avión e intentó abrirla.

Dos de las azafatas se abalanzaron sobre él y, en plena trifulca, una de ellas golpeó al hombre con dos botellas de vino, rompiéndole al menos una en la cabeza. De acuerdo con la declaración de la otra azafata, el hombre "no pareció afectado por la rotura en su cabeza de una botella de vino de un litro" y siguió forcejeando.

Hudek fue finalmente reducido gracias a la colaboración de varios pasajeros que lograron maniatarle con bridas, aunque debido a su comportamiento beligerante tuvieron que contenerle hasta que el avión aterrizó de nuevo en Seattle.

Según narró la azafata, Hudek logró mover la palanca, pero no hasta el punto de desbloquear la puerta. Hudek seguirá detenido al menos hasta el jueves, cuando un juez le impondrá una fianza.