El autor de un tiroteo en una pizzería a las tres de la tarde, con el local lleno de familias, acabó entregándose a la Policía. Los agentes lo detienen rápidamente. Entró con un rifle de asalto y una pistola y en el coche, tenía una escopeta. "Un trabajador me dijo, 'hay un hombre armado, tenemos que salir de aquí'", afirma un testigo.

El hombre es Edgar Maddison Welch, de 28 años y atacó la pizzería, precisamente por un bulo de internet. Se creyó el 'pizzagate', una historia que circulaba en redes sociales tan disparatada como falsa: los Clinton estaban relacionados con una red de prostitución infantil cuya base era la trastienda de este restaurante. Él iba a comprobarlo, a destaparlo todo, buscó incluso los túneles que supuestamente había. "Espero que todos los que avivan las llamas de esta conspiración se tomen un momento para ver lo que ha pasado aquí hoy y paren", explica James Alefantis, dueño del local.

En el restaurante estaban hartos ya de llamadas amenazantes, pero nunca pensaron que alguien llegaría tan lejos. El bulo se hizo tan popular gracias a que lo compartieron personas como Michael Flint, asesor de seguridad nacional de Donald Trump.Desde la Casa Blanca han mostrado su preocupación. "Es profundamente preocupante que algunas de esas falsas noticias lleven a la violencia", afirma el portavoz de la Casa Blanca.

El creador de Facebook anunció hace un par de semanas que iba a tratar de atajar las noticias falsas en la red social. Ahora esta medida cobra más importancia que nunca, después de que una mentira haya estado a punto de acabar en una grave tragedia.