A falta de grandes eventos musicales o culturales, un pueblo de Cantabria, Mazcuerras, ha decidido convertirse en un gran museo al aire libre. Cada rincón del pueblo es una sorpresa para el turista. En las calles se pueden encontrar esculturas, música, fotografías u otras formas de arte.

El pueblo de Mazcuerras no tiene grandes festejos taurinos, deportivos ni festivales de música. Es por eso que este pueblo de Cantabria ha decidido convertirse en un museo cuyos expositores sean los vecinos.

Fernando López, uno de los artistas que participa en la iniciativa del pueblo afirma que "es un museo constante, abierto a propuestas nuevas. Los vecinos también se encargarán de que las obras sean visitadas".

Cada rincón del pueblo es una sorpresa y cuando anochece, desaparecen las obras. "Los vecinos guardan las esculturas, guardan, protegen el arte. Lo guardan por la noche y lo sacan por el día".

Y es que, son los propios vecinos los que han facilitado sus espacios para las exposiciones y guían a los turistas. Unos residentes que esperan este verano unas 10.000 visitas, cuando durante el año solamente son 300 habitantes. Y no solo turistas extranjeros. También han llegado artistas rusos, polacos o italianos.

Carlo Alberto Girotti es artista de Landart. Afirma que "hemos pensado en hacer un abrazo, un abrazo que te da la naturaleza. Landart se basa en hacer trabajos con todo el material que te puedas encontrar en un bosque, en un prado o en cualquier lugar. Aunque se pueden añadir cosas que no sean de la naturaleza".

El arte se ha asentado en la calle de Mazcuerras este verano y hace de él, el pueblo de la cultura.