TOLEDO

Sinagoga del Tránsito de Toledo: ¿sabías que llegó a ser utilizada como hospital?

Viajamos hasta la capital de Castilla-La Mancha para conocer la historia que esconde la impresionante Sinagoga del Tránsito, actual Museo Sefardí.

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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a una de las ciudades más espectaculares de España. Nos referimos, como no podía ser de otra manera, a Toledo. Allí encontramos un gran número de construcciones y monumentos verdaderamente impresionantes, como es el caso de la Sinagoga del Tránsito, considerada la construcción hispanojudía más importante del país.

También conocida como Sinagoga de Samuel ha-Leví, está situada en la antigua judería de Toledo y se trata de la sinagoga medieval más bonita y mejor conservada del mundo. En ella, actualmente, se encuentra el Museo Sefardí, declarado “Museo Nacional de Arte Hispanojudío” en 1968. Lo que es un hecho es que la obra maestra de la colección del museo es la propia sede.

La Sinagoga del Tránsito de Toledo, a través de su historia

Se edificó por orden de Samuel-ha-Levi Abulafia, que era almojarife en la corte del Rey Pedro I de Castilla, entre los años 1355 y 1357 como capilla privada del palacio en una gran extensión junto al Tajo. Un claro gesto de grandilocuencia constructiva que era algo impropio de un hebreo.

Pensada como oratorio del palacio y con el que se comunicaba de forma directa, la sinagoga es la única estructura que ha sobrevivido del mismo. Su diseño es sencillo, puesto que cuenta con una planta salón semejante a la de muchas capillas de palacios y castillos cristianos de aquella época. Eso sí, llama la atención la elevación de sus muros, así como su rico artesonado de madera de alerce con decoración pintada e incrustaciones de marfil.

Sinagoga del Tránsito
Sinagoga del Tránsito | Imagen de Fernando, licencia: CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

Al igual que sucedía con Santa María la Blanca, en esta sinagoga contrasta la austeridad extrema con la suntuosidad decorativa que encontramos en su interior. Todo ello siguiendo al pie de la letra el conocido como “horror vacui”, es decir, un miedo al vacío que les llevaba a tapizar el muro por completo con una notable decoración.

En esta Sinagoga del Tránsito, vemos cómo el paramento está realizado a base de aplicaciones de yesería de estilo mudéjar, que están perfectamente labradas con una técnica de ensueño. El tema ornamental se ciñe a la epigrafía y a la heráldica, sin que haya ningún tipo de figura de hombre o animal. Eso sí, podemos encontrar los escudos de Castilla y León, así como textos en cartelas en las que se exaltan las figuras del Rey Pedro, de Samuel Leví y de su arquitecto, el rabí don Mayr. Todo ello entre salmos y alabanzas a Yahveh, por la protección recibida.

Sinagoga del Tránsito
Sinagoga del Tránsito | Imagen de Benjamín Núñez González, licencia: CC BY-SA 4.0, via Wikimedia Commons

A lo largo de su historia, esta Sinagoga del Tránsito ha tenido diferentes usos hasta llegar al de la actualidad, que es el de Museo Sefardí. Todo comenzó en el año 1492, tras la expulsión de los judíos. Por aquel entonces, los Reyes Católicos otorgaron este edificio a la Orden de Calatrava, convirtiéndolo en iglesia, hospital y asilo.

A partir del siglo XVI, su uso fue exclusivo como iglesia, mientras que en el siglo XVIII, debido a la decadencia de las órdenes militares, pasó a ser ermita hasta la Desamortización. El primer día de mayo de 1877, esta sinagoga fue declarada Monumento Nacional. Esto hizo posible que se tomasen las medidas pertinentes para solucionar el mal estado de la edificación y llevar a cabo las primeras restauraciones. En la actualidad, es uno de los museos más sorprendentes y espectaculares que podemos encontrar en Toledo.

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