CÁDIZ

Castillo de Santa Catalina de Cádiz: su vínculo con Felipe II y por qué fue utilizada como prisión militar

Ponemos rumbo a la provincia andaluza de Cádiz para conocer el origen del Castillo de Santa Catalina, una de sus fortalezas más impresionantes.

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Viajamos a Cádiz, una de las ciudades más sorprendentes, bonitas y espectaculares de Andalucía. Entre otras cuestiones, porque está repleta de monumentos y construcciones verdaderamente significativas. Un claro ejemplo lo encontramos en el Castillo de Santa Catalina, ubicado en La Caleta.

Estamos ante una fortificación que se adentra en el mar gracias, precisamente, a unas escolleras. Debemos tener en cuenta que fue construido entre finales del siglo XVI y principios del siglo XVII, siguiendo al pie de la letra los planos elaborados por Cristóbal de Rojas, uno de los ingenieros más reconocidos de la época.

Cuenta con una planta pentagonal y una clara influencia italiana. Este Castillo de Santa Catalina situado en Cádiz fue catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) y, en la actualidad, es utilizado para diversos actos culturales con gran relevancia a nivel internacional, como es el caso de ‘Alcances’, el festival de cine.

Castilla de Santa Catalina, Cádiz
Castilla de Santa Catalina, Cádiz | Imagen de Emilio J. Rodríguez Posada, licencia: CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons

El Castillo de Santa Catalina de Cádiz, a través de su historia

Para conocer su origen, debemos centrarnos en la figura de Felipe II. El bisnieto de los Reyes Católicos, tras el asalto anglo-neerlandés que se llevó a cabo en 1596, se puso en contacto con Cristóbal Rojas para hacerle una petición. ¿En qué consistió? En que construyera una imponente fortaleza defensiva. Una propuesta que se formalizó a finales de octubre de 1597, a través de una Real Cédula.

A pesar de los esfuerzos y del empeño que mostró en este proyecto, lo cierto es que el reconocido arquitecto murió antes de ver concluida esta obra. Cabe destacar que el resultado final de esta construcción no acabó siendo tan ambiciosa como se proyectó en un primer momento, ni muchísimo menos.

Durante el reinado de Carlos II, concretamente en el año 1693, se decidió construir tanto una sacristía como una capilla. De hecho, esta última está dedicada a Santa Catalina de Alejandría, así como a la Purísima Concepción. Bastantes años más tarde, en 1769, el Rey Carlos III convirtió esta construcción en nada más y nada menos que una prisión militar para personalidades destacadas de la época.

Castillo de Santa Catalina, Cádiz
Castillo de Santa Catalina, Cádiz | Imagen de Emilio J. Rodríguez Posada, licencia: CC BY-SA 3.0, via Wikimedia Commons

De hecho, en esta fortaleza, estuvieron bajo custodia Mariano Abasolo, general insurgente durante la guerra de Independencia en México, que acabó falleciendo en este lugar debido a una tuberculosis pulmonar. Lo hizo a mediados de abril de 1816 y en brazos de María Manuela Rojas Taboada, su esposa, tras pasar cinco años encerrado en este Castillo. Otro de los prisioneros más reconocidos fue John Downie, militar británico que fue encarcelado en 1820 por apoyar al Rey Fernando VII. Tan solo tres años después, con la llegada al poder de este monarca, fue inmediatamente puesto en libertad.

No podemos dejar de mencionar al militar José Enrique Varela en los inicios de la Guerra Civil española. Pero no todo queda ahí ya que, a finales del siglo XX, también estuvieron en este lugar varios de los implicados en el Golpe de Estado que se produjo el 23 de febrero de 1981. No fue hasta 1991 cuando el Ministerio de Defensa tomó la decisión de no seguir utilizando esta construcción. En la actualidad, es una de las edificaciones más sorprendentes y singulares que podemos encontrar en Cádiz. ¡Y no es para menos!

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