BOSNIA HERZEGOVINA
Puente de Mostar: su origen, su destrucción y por qué se convirtió en un símbolo
Viajamos a Bosnia y Herzegovina para conocer todos los detalles sobre el Puente de Mostar, uno de sus grandes atractivos.

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Ponemos rumbo a Bosnia y Herzegovina, concretamente hasta la ciudad de Mostar. Allí encontramos uno de los monumentos más conocidos e históricos de la antigua Yugoslavia. Nos referimos, como no podía ser de otra manera, al Puente de Mostar o Puente Viejo. Junto al barrio circundante de la ciudad vieja, este puente es Patrimonio de la Humanidad desde 2005.
Es importante hacer mención que uno de los momentos más destacados de las Guerras yugoslavas que se desarrollaron entre 1991 y 2001 fue la destrucción de este Puente Viejo en 1993. Este hecho supuso el fin de numerosos siglos de convivencia entre varias comunidades religiosas en Mostar. Cabe destacar que este puente da nombre a la ciudad.
El Puente de Mostar, a través de su historia
Originalmente, data del siglo XVI y, desde sus inicios, ha sido considerado como un auténtico símbolo de la época otomana de Bosnia y Herzegovina. El Sultán Solimán el Magnífico fue quien ordenó su construcción a Mimar Hajrudin, reconocido arquitecto y discípulo de Mimar Sinar. Recordemos que fue él quien fijó los fundamentos de la arquitectura que se desarrolló durante el Imperio Otomano. Es importante destacar que este puente aguantó hasta cuatro siglos de inundaciones, terremotos y guerras. Es más, en la Segunda Guerra Mundial, la Alemania nazi lo atravesó con los Panzer.

A pesar de los esfuerzos, este Puente de Mostar fue incapaz de resistir a los bombardeos que estaban llevando a cabo las fuerzas croatas. A pesar del llamamiento de la comunidad internacional a que no fuese destruido, finalmente cayó sobre el río. Es más, fue volado a principios de noviembre de 1993, en plena Guerra de Bosnia. Este puente acabó convirtiéndose en todo un símbolo de esta guerra que duró entre 1992 y 1995, y que dejó más de 200.000 muertos a sus espaldas. Slobodan Praljak, el comandante del Consejo Croata de Defensa que ordenó la destrucción de este puente, se quitó la vida en 2017 ante el Tribunal Penal Internacional para la ex-Yugoslavia, tras ratificarse su condena de 20 años de cárcel por esta acción, así como otras tantas.
Una vez llegó la paz, se comenzó a trabajar en la reconstrucción de este monumento con la colaboración de la UNESCO. Este encargo se prolongó durante años, puesto que levantar este puente y sus edificios aledaños utilizando antiguos métodos no fue una tarea sencilla, ni mucho menos. Al fin y al cabo, lo que se pretendía era conseguir una réplica fiel, aunque el color de la piedra ya denotaba una gran diferencia. Cabe destacar que no se pudo usar ninguna piedra de ese puente original al no encontrar suficientes.

En julio de 2004, este puente se reinauguró y lo hizo como símbolo de la reconciliación nacional en Bosnia y Herzegovina. En este acto se reunieron grandes personalidades mundiales, como es el caso de Chris Patten, comisario europeo de Asuntos Exteriores, y Carlos de Inglaterra, por aquel entonces Príncipe de Gales. Es importante mencionar que, desde el fin de la guerra y hasta el comienzo de las obras de reconstrucción, los dos lados de la ciudad estuvieron conectados gracias a un puente provisional que fue construido por militares españoles que fueron desplazados a Bosnia y Herzegovina como misión de paz de la ONU.
Los saltos sobre el río Neretva, un clásico del Puente de Mostar
Estamos ante una de las grandes curiosidades de este monumento. Y es que, en esta ciudad, saltar desde el puente es una gran prueba de valentía que data de más de 400 años. De hecho, el primer relato escrito sobre hombres que saltaron este puente hacia el río Neretva proviene de Evliya Çelebi, explorador otomano del siglo XVII. Tras la reconstrucción de este Puente, se retomó también esta costumbre de saltar desde su cima. Este concurso se lleva a cabo cada verano y atrae a un gran número de competidores y espectadores no solamente nacionales, sino también internacionales. ¡Muy curioso!
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