GÉNOVA

Palacio Real de Génova: ¿quién ordenó su construcción y cuándo pasó a manos de la Realeza?

Ponemos rumbo a Italia, concretamente a Génova, para conocer la sorprendente historia que esconde su impresionante Palacio Real.

Palacio Real de Génova

Palacio Real de GénovaImagen de Sailko en Wikipedia, licencia: CC BY 3.0

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Es el momento más que perfecto para poner rumbo a Génova, en Italia. Recorrer sus calles es absolutamente espectacular puesto que encontramos un gran número de construcciones y monumentos que no dejan indiferente a nadie. Un claro ejemplo lo encontramos en el Palacio Real, también conocido como Palacio Stefano Balbi.

Estamos, sin lugar a dudas, ante una de las edificaciones históricas más importantes de Génova. Hasta tal punto que, en julio de 2006, este Palacio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. En la actualidad, se trata de un museo que alberga las principales colecciones de arte de la ciudad.

El Palacio Real de Génova, a través de su historia

Para comenzar, debemos saber que se inició su construcción entre los años 1618 y 1620, y fue obra de Stefano Balbi. Recordemos que esta familia estaba tremendamente implicada en la construcción de otros tantos edificios en esa calle que llevarían su nombre.

No fue hasta la etapa comprendida entre 1643 y 1655 cuando empezó la segunda fase de la construcción de este Palacio. Los arquitectos que se encargaron de las obras fueron Michele Moncino y Pier Francesco Cantone. Fue en 1645 cuando Francesco Maria Balbi cogió las riendas de este proyecto, realizando la construcción de un jardín, la renovación de la planta inferior y encargó diversos frescos con el fin de decorar las habitaciones.

Interior del Palacio Real de Génova
Interior del Palacio Real de Génova | Imagen de Palickap en Wikipedia, licencia: CC BY-SA 4.0

Otro año a destacar en la historia de este Palacio es 1677, cuando la familia Balbi decidió vender la construcción a los Durazzo. Fueron ellos los que lo ampliaron con la incorporación, en 1685, de un edificio vecino pero, además, en 1694 procedieron a elevarlo. En 1705, la edificación sufrió una modificación radical, de manos de Carlo Fontana. No solamente se modificaron el portal, el atrio y los escalones, sino que se añadió el patio y se incorporó el conocido como Teatro del Falcone.

Pero ¿cuándo comenzó a pertenecer a la Realeza? En 1823, cuando los herederos de esta construcción decidieron venderla al Rey de la Casa de Saboya. No tardaron en utilizarla como residencia oficial y en 1842, la Familia Real encargó a Michele Canzio, reconocido escenógrafo genovés, la renovación de diversas estancias como la Sala del Trono o el Salón del Baile, así como la Sala de las Audiencias. A pesar de todo, en 1919 este Palacio pasó a ser propiedad del Estado. Cabe destacar que, antiguamente, la construcción tenía un anexo en el lado hacia al mar, que popularmente se conocía como “Ponte Reale”. Este camino unía el Palacio con el embarcadero del puerto.

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