MARRUECOS

Descubre Aït Ben Haddou, la ciudad fortificada que aparece en Juego de Tronos y Gladiator

Su ubicación y su estética hacen de Aït Ben Haddou un escenario de película que queda de maravilla en pantalla.

Aït Ben Haddou

Aït Ben HaddouPixabay

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A unos 30 kilómetros de Ouarzazate, a unas 3h y media por carretera desde Marrakech, en el bello país que es Marruecos, encontramos una ciudad fortificada elegida por muchos productores y directores para ser el escenario de rodaje de sus películas. Hablamos de Aït Ben Haddou, un destino formado por callejuelas empedradas, murallas que sobreviven al paso del tiempo y torres de color ocre.

Construida en adobe, un material mitad barro, mitad paja, Aït Ben Haddou es toda una reliquia arquitectónica. Pero además, su ubicación tan particular, a las puertas del desierto, es otro de esos puntos que la hacen destacar y ha llamado la atención a los profesionales cinematográficos de alrededor del mundo.

Quizá viéndola en las imágenes que acompañan este artículo te resulte familiar. Y es por eso mismo que hemos comentado: porque quizá la hayas visto antes en el cine o en televisión. Ridley Scott, por ejemplo, eligió la ciudad fortificada de Aït Ben Haddou como telón de fondo para rodar Gladiator. ¿Has visto Juego de Tronos? Pues HBO grabó aquí algunas escenas que sirvieron para ambientar la ciudad de Yunkai.

Aït Ben Haddou
Aït Ben Haddou | Pixabay

Pero eso no es todo, sino que sus callejuelas, sus torres defensivas, sus graneros encaramados a la ladera de una colina y sus casas de tonos anaranjados también han aparecido en películas como La momia, El reino de los cielos o Prince of Persia.

No cabe duda de que su situación privilegiada y su belleza han inspirado a los profesionales del sector, pues bien podríamos decir que esta ciudad marroquí tiene una estética única y de lo más cálida que queda muy bien en pantalla.

Por si todo esto fuera poco, cabe señalar que Aït Ben Haddou es también un gran ejemplo, muy bien conservado, de arquitectura tradicional del sur de Marruecos. Si bien muchas de sus casas están hoy deshabitadas, algunas familias se encargan de mantener viva la esencia de este rincón del país viviendo en alguno de los hogares que se mantienen en pie. Además, la UNESCO decidió proteger este espacio en 1987, momento en que se catalogó la ciudad como Patrimonio de la Humanidad.

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