Así fue el aterrizaje en la Antártida del primer Boeing con pasajeros

Estamos tan acostumbrados a poder coger un avión que nos traslade a cualquier parte del planeta que casi nos parece mentira que haya zonas donde aun no sea posible reservar un billete para llegar allí durante unas vacaciones. Salvo zonas aisladas de grandes desiertos, solo quedaba realmente una gran área a la que no llegaran vuelos comerciales: la Antártida. Sin embargo, esta situación acaba de cambiar.

Y todo por el aterrizaje del primer vuelo de pasajeros en el continente helado, inaugurando una ruta que, quién sabe, igual dentro de unos años comienza a ser habitual y permite una mayor presencia humana en la Antártida (con el consabido coste ecológico que eso supondría, por lo que quizás habría que ver antes si merece o no la pena, claro; o encontrar vías alternativas y ecológicas). Quien tuvo el honor de ser el primero fue un Boeing 757 de la compañía islandesa Loftleidir, que lo hizo sobre la pista helada del aeropuerto Union Glacier.

Muchos desconocen que por toda la Antártida hay diferentes aeropuertos, encargados de recibir aviones, sobre todo militares y de carga, que llevan provisiones y personal científico y militar para los diferentes campos de trabajo e investigación que hay repartidos en el Polo Sur. El de Union Glacier en concreto recibe el mismo nombre que el glaciar donde se encuentra, el Unión, largo y montañoso, a los pies de la cordillera Heritage y los montes Ellsworth; en una zona que está reclamada solo por Chile.

Allí se descubrió en 2014 un lago subglacial, que es objeto actual de estudio porque se cree que podría albergar vida, lo que sería todo un hito biológico en la región. Es por ello que allí se encuentra la Estación Polar Científica Conjunta Glaciar Unión, de gestión chilena. Son vecinos de los campamentos de turismo antártico de una firma de viajes, Antarctic Logistics & Expeditions (ALE), que es la gran beneficiada de que la pista área tenga ahora la posibilidad de que aterricen aviones convencionales.

De hecho, el que el avión islandés pudiera tomar tierra allí fue parte de un programa muy especial de esta compañía. La aerolínea fletó un Boeing 757-200 ER que se había configurado con 62 asientos de clase Business, es decir, todo el aparato al completo. Un vuelo chárter que permitió, de una tacada, subir el número de visitantes anuales al campamento turístico, que hasta ahora era de 500 anuales.

En el caso de Airbus, el primer avión que aterrizó en la Antártida fue un A319 de un grupo privado australiano, pero no en una ruta comercializada. Se quedó en un vuelo único, aunque sí es cierto que fue el primero de la historia (sin contar los que se realizan en aviones no convencionales, adaptados para la resistencia al hielo y el frío extremo). El segundo, el Boeing, parece que podría ser el comienzo de una nueva opción de vacaciones. ¿Te animas a ir al continente helado?

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Antarctic Logistics & Expeditions