Prepárate para una Noche de San Juan llena de fallas en pleno Pirineo

Las Fallas del Pirineo son una tradición ancestral que se celebra en varios lugares de las comarcas de los Pirineos desde tiempos inmemoriales. Fiestas del Fuego del Solsticio de Verano, o más conocidas como Fallas de los Pirineos, más de un centenar de municipios de Andorra, Francia, Aragón y Cataluña, conservan este singular patrimonio, que es ya Patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad por la Unesco. Con el título, 'Las fiestas del fuego del solsticio de verano en los Pirineos: "Falles, haros i Brandons', esta tradición pasa a ser reconocida a nivel mundial.

Las montañas de la Alta Ribagorça, el Pallars Sobirà y del Principado de Andorra se llenan de luz, tradición y fiesta para celebrar el solsticio de verano.
Encender fuego, símbolo del sol, y bajarlo por la montaña, en muchas ocasiones corriendo, se cree que se hacía en tiempos para purificar los campos y los bosques, y también para purificar a la población que lo celebraba y preservarla de los malos espíritus. Las Falles coinciden en algunos casos con la fiesta de San Juan que se celebra en toda Cataluña, otra fiesta relacionada con el solsticio de verano y la purificación del fuego.

Para poder correr las fallas, los vecinos preparan una gran hoguera o faros con árboles, en zonas altas alejadas de los pueblos, y también elaboran las fallas con madera de pino que tenga tea. Al anochecer se enciende el faro y las fallas o antorchas, bajando después la montaña, en lo que se convierte en un espectáculo mágico en plena noche.

El primer tramo se baja andando pero después se corre. Se recorren las calles de los pueblos girando las fallas de forma que se crean círculos de luz agitando las antorchas y todo al son de la  música. Para finalizar, se lanzan las fallas a una hoguera preparada normalmente en la plaza principal de la localidad.
En algunos casos se bajan las antorchas encendidas a hombros de los fallaires, y en otros, se termina con una gran hoguera. Sea como sea, el fuego ritual ilumina la noche más larga del año.

No se conocen muy bien los orígenes de las fallas, pero se cree que ya se celebraban antes del Cristianismo y que tienen que ver con los ciclos solares, con la purificación de las almas, el recuerdo de los ausentes, la protección de las casas y el tránsito de la infancia a la edad adulta. Ahí es nada. Fascinante, ancestral y mágica, esta fiesta hay que vivirla.

Este año, la primera bajada de fallas es la de Durro el 18 de junio, con la fiesta de Sant Quiric. La noche de San Juan, el 23 de junio se bajan las fallas de Boí y también las de Casós, El Pont de Suert i Vilaller. En Senet son el 25 de junio. Y a principios del mes de julio se corren fallas en Barruera, después en Erill la Vall y las últimas en Taüll, a mediados de julio.  En Llesp el 23 de julio.

Si quieres vivir una tradición cultural única, las Fallas del Pirineo son la excusa perfecta para una escapada a la cordillera pirenaica. En el Pirineo Catalán encontrarás patrimonio y cultura con joyas románicas como las iglesias de la Vall d’Aran o el conjunto del Vall de Boí, declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad. Naturaleza, con el Parque Nacional Aigüestortes, con su impresionante concentración estanques, ríos, barrancos y montañas que superan los 3.000 metros de altitud. Rutas paisajísticas, nada mejor para los amantes del senderismo con lugares de la comarca de la Berguedà o el Pallars Jussà, como el desfiladero Montrebei-Montsec, conectado por una impresionante pasarela. Y también, buena gastronomía.

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Falles dels Pirineus
Imágenes cedidas por el Patronato de Turismo de la Diputación de Lleida.