CONSUMO DE CONTENIDO

¿Qué es el speed-watching? El nuevo hábito de consumir contenido que puede afectar a tu cerebro

Aumentar la velocidad de reproducción de vídeos y audios en redes sociales puede tener consecuencias en nuestras habilidades cognitivas.

Speed-watching

Speed-watchingFreepik

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En la sociedad de la inmediatez en la que nos encontramos, cada vez vivimos con más prisa: muchas cosas que hacer y poco tiempo que perder. Es por eso por lo que siempre que podemos intentamos economizar nuestro tiempo, también cuando estamos utilizando las redes sociales.

El speed-watching, también llamado vista rápida, consiste en aumentar la velocidad de reproducción de contenido con el objetivo de consumirlo más rápido. Se trata de una tendencia que está cada vez más extendida sobre todo entre la población más joven, un hábito que puede llegar a tener consecuencias en nuestras funciones cognitivas.

Se trata de un comportamiento que está asociado al FOMO, de sus siglas en inglés fear of missing out, se trata del miedo a perderse algo, una ansiedad que aparece cuando no estamos experimentando lo que otros están viviendo en ese mismo momento y que también se traslada al consumo de contenido.

La necesidad constante de estar al día en las conversaciones sociales ha provocado que necesitemos consumir la mayor cantidad de contenido en el menor tiempo posible. Ahora, la oportunidad de acelerar la velocidad de vídeos o audios se encuentra en plataformas como WhatsApp, YouTube, Instagram, TikTok y Spotify.

Pero no solo podemos escuchar un audio o ver un vídeo de forma rápida, algunos también ven series y películas de esta forma gracias a la posibilidad que ofrecen plataformas como Netflix o Prime Video.

Aunque pensemos que es una forma de ser eficiente y productivo, se trata de una práctica que puede tener implicaciones en habilidades cognitivas como la memoria, la atención o el aprendizaje y así lo explica la doctora especialista en neurología y Coordinadora de la Unidad de Migrañas del Hospital Quirónsalud San José, Lucía Vidorreta Ballesteros.

Aumentar la velocidad de reproducción afecta a la atención sostenida, es decir, la capacidad que tenemos de concentrarnos en un único estimulo durante un largo periodo de tiempo. Si acostumbramos a nuestro cerebro a recibir información rápida, se reduce esta capacidad.

El speed-watching también tiene implicaciones a la hora de retener información y puede llegar a afectar nuestro bienestar social y emocional. Las prisas reducen la paciencia y la capacidad de disfrute de tiempos pausados.

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