EL REPASO MÁS 'FRIKI' DEL CES2014
Raquetas, cerraduras, camas... Todo lo que se te ocurra tiene su versión 'inteligente'
¡Ay, pájaro¡ Tú sí que eres hábil. En vez de leerte cientos de artículos sobre la feria de Las Vegas en busca del invento más curioso, has decidido buscar una recopilación y te has topado con la nuestra. Hoy es tu día de suerte: te has topado con la más 'lista' de todas.

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Coge cualquier objeto cotidiano, ponle un chip y unos cuantos sensores y bautízalo con el adjetivo “inteligente”. Ya está: titulares asegurados en la prensa especializada, al menos durante la semana más loca del año en lo que a propuestas tecnológicas presuntamente futuristas se refiere. Hablamos, como no, del CES de Las Vegas, una de las ferias de electrónica de consumo más populares del mundo y el lugar de peregrinaje para todos aquellos con un invento extravagante que mostrar al mundo.
Los indiscutibles protagonistas de este año han sido los coches y el 'wearable computing', esa palabreja 'yankee' que usamos para hablar de la tecnología que se lleva puesta. No hace tanto que empezamos a hablar de Google Glass y los relojes inteligentes, pero pronto, al paso que vamos, las grandes superficies van a tener que habilitar una sección de moda y complementos digitales.
Las cosas como son: bajo el paraguas de la inteligencia informática cabe todo. Si no, echa un vistazo al resumen de las novedades más rocambolescas que hemos preparado para tu gozo y disfrute.
La raqueta (inteligente)
La firma Babolat ha acudido a Las Vegas con un producto avalado por el mismísimo Rafa Nadal bajo el brazo. Se trata de una raqueta con giroscopio y sensores que miden la vibración y envían los datos a tu móvil, donde una aplicación especifica se encarga de analizarlos, te ofrece consejos para mejorar tu técnica y te ayuda a llevar un paso más allá tu (probablemente escasa) destreza como tenista. Tranquilo, que los componentes electrónicos no aumentan el peso de la raqueta.
El guante (ídem)
Se llama Zepp y está pensado para golfistas, tenistas (de nuevo) y jugadores de béisbol aficionados. En realidad no es que el guante en sí sea inteligente, si no que se le acopla un pequeño sensor que también se puede colocar en el mango de la raqueta. Su funcionamiento es similar al del artilugio de Babolat: el sensor envía información a una app instalada en tu móvil que identifica los aspectos de tu juego que deberías mejorar y te muestra cómo hacerlo.
El calcetín (más de lo mismo)
Otra forma de aplicar la misma filosofía de los dispositivos anteriores, aunque en este caso los sensores van instalados en un calcetín que hace las veces de entrenador personal conectándose a una app especialmente pensada para runners y amantes del atletismo ¿Tu pisada es errónea? Sensoria lo sabe ¿No llevas el ritmo como Dios manda? Te echa la bronca. Todo pensado para que mejores tus marcas personales y, sobre todo, evites lesiones desagradables.
La cerradura (que sabe Latín)
Dejamos de lado el mundo del deporte y nos adentramos en la seguridad de los hogares con Goji, la cerradura inteligente para controlar la puerta de tu casa desde el móvil. No solo podrás abrirla y cerrarla a distancia, sino que además te envía alertas con foto si alguien llama al timbre mientras estás fuera y te permite enviar 'autorizaciones' para entrar en tu casa a otras personas vía email o SMS. Ideal si tienes invitados o si, por ejemplo, alquilas habitaciones a estudiantes.
El pastillero (que le da al tarro)
A simple vista parece un lector de libros electrónicos, pero en realidad es un pastillero como el que usan las personas mayores para controlar su medicación. ¿Qué tiene de diferente? Que Imedipac – así se llama - controla que solo tomen la dosis prescrita por su médico y les avisa por teléfono (SMS o llamada) cuando les toca tomar una pastilla. Además, para que no se equivoquen, se enciende una indicador luminoso sobre la píldora que tienen que tomar (y solo esa puede retirarse). ¿Y ya? No, también permite a una tercera persona, por ejemplo un médico o un familiar, monitorizar de forma remota al paciente.
La ropa interior (más pillina)
Ojo a esto: unos panties vibradores que tu pareja puede controlar desde una aplicación en su móvil. Para que luego digan que las relaciones a distancia no funcionan. Será que no han probado estos inventos. Aquí hay más información, pero haz el favor de no pinchar en el enlace si eres menor de 18 años.
El cepillo de dientes (que hace la O con un canuto)
Si la higiene bucal ya es un rollo a la vieja usanza, imagina lo insoportable que puede llegar a ser con un cepillo inteligente que envía a tu teléfono la información sobre tus cepillados para que tengas la dentadura más blanca que una estrella de Hollywood. Ya se sabe: para presumir hay que sufrir.
La cama (que consulta con la almohada)
Y por la noche, después de lavarnos los dientes, ya estamos listos para irnos a la cama. Pero, claro, no puede ser un lecho cualquiera, tiene que ser uno plagado de sensores. Como imaginas, sirven para monitorizar tu sueño, mandar los datos a la app y echarte en cara los errores que cometes. Sí, sí, tampoco sabes dormir correctamente. Seguro que tienes hábitos poco saludables y este catre lumbreras puede detectarlos. Todo con tal de despertar como una rosa a la mañana siguiente.
El pijama (inteligente, para variar)
Para tu retoño recién nacido hay una alternativa más barata (y mona). Tira a la basura el skyjama de oferta que le regaló la prima en el bautizo y cómprale un cómodo y respetable pijama con sensores, que te servirá para tener a raya su descanso. Si no te convence, ya lleva tiempo pululando por ahí otro que le cuenta por ti el cuento de antes de dormir. Eso sí, corres el riesgo de que le llame “papá” o “mamá” antes que a ti. Luego no digas que no te hemos avisado.
Como veis, hay artilugios más listos que el hambre para todos los gustos, que se suman a otros inventos literalmente increíbles como la 'madre' electrónica, la pulsera que traduce a los bebés, el collar que traduce a los perros, la carcasa de visión térmica para el iPhone...
Cualquier cosa es posible en la semana grande de Las Vegas, donde separar la realidad de la ficción se torna complicado (y no solo por las copas de más en los casinos). De hecho, un perspicaz periodista estadounidense, a modo de experimento, ha publicado un artículo titulado con la siguiente pregunta: “¿Puedes distinguir entre un auténtico producto del CES y algo que nos hemos inventado?”. Inténtalo tú mismo.
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