SALUD

Si tienes dolor de espalda y hormigueo en estas dos zonas, puede ser señal de emergencia

Diversos tipos de cáncer pueden manifestarse inicialmente con dolor lumbar.

Dolor de espalda

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Aunque el dolor de espalda es frecuente y a menudo desaparece por sí solo, hay ocasiones en las que puede indicar un problema grave como una fractura ósea, cáncer o una infección.

Tal y como revela el medio Mirror, según el NHS, el servicio médico público del Reino Unido, si el dolor de espalda viene acompañado de hormigueo en dos zonas en concreto, sería necesario acudir de urgencia al médico: en las piernas y alrededor de los genitales o las nalgas.

Además de estos síntomas, según los expertos, puede ser señal de emergencia el dolor de espalda si viene acompañado de:

  • Temperatura alta
  • Pérdida de peso
  • Bulto o hinchazón en la espalda o tu espalda ha cambiado de forma
  • El dolor no mejora tras el reposo o empeora por la noche
  • El dolor empeora al estornudar, toser o defecar
  • El dolor proviene de la parte superior de la espalda (entre los omóplatos), no de la zona lumbar
  • Dificultad para orinar
  • Pérdida del control de la vejiga o del intestino (orinar o defecar involuntariamente)
  • Dolor en el pecho
  • El dolor comenzó después de un accidente grave, como un accidente de coche
Dolor de espalda
Dolor de espalda | Pexels

Diversos tipos de cáncer pueden manifestarse inicialmente con dolor lumbar. Los tumores de mama, pulmón y próstata, por ejemplo, tienden a propagarse hacia los huesos, y cuando afectan a la columna producen dolor persistente en la espalda. El mieloma múltiple, un cáncer de la médula ósea, también se asocia con lesiones vertebrales que generan un dolor duradero. En ocasiones, el dolor puede estar vinculado a tumores primarios de la médula espinal o de la propia columna, e incluso a cánceres de órganos internos como el páncreas, cuyo malestar abdominal se irradia hacia la zona lumbar.

En la mayoría de los casos, el dolor de espalda suele estar relacionado con factores como las malas posturas, las tensiones musculares o el desgaste natural de la columna. Sin embargo, si ese dolor persiste o va a más es importante no dejarlo estar y consultar con tu médico de cabecera para descartar cualquier afección más grave.

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