NEUROTOXINAS
¿Por qué es tan venenoso el 'nabo del diablo', que ha provocado la muerte de un hombre en Galicia?
Un hombre ha fallecido en Galicia tras ingerir un tubérculo que crece de forma silvestre en lugares como Galicia y Asturias. Pero, ¿por qué resulta tan venenoso?
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Las alertas saltaban hace unas horas, tras el fallecimiento en Galicia de un hombre de 37 años que había ingerido un tubérculo venenoso. Todo ha ocurrido en la localidad de Bergondo, en la provincia de A Coruña, y el tubérculo en cuestión recibe el nombre popular de 'nabo del diablo'.
Así advertía el propio ayuntamiento de lo sucedido a todos los vecinos: "Precaución. A los vecinos de Sampaio, en Guísamo. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Número 2 de Betanzos advierte al Ayuntamiento de que los vecinos de Sampaio no ingieran el tubérculo OENANTHE SPP (x 49 cie 10), ya que ha muerto una persona".
Se sospecha que el fallecido, de nacionalidad colombiana, pudo confundirlo con alguna planta típica de su país. La planta crecía de forma salvaje en la puerta de su casa. Lo cierto es que es familia de otras plantas como el apio, el perejil o el anís silvestre.
Pero, ¿por qué resulta tan tóxico este tubérculo?
La Oenanthe crocata, o 'nabo del diablo', es como te contamos familia de las apiáceas y suele encontrarse en toda la cuenca mediterránea, aunque también crece de forma silvestre con asiduidad en lugares como Galicia y Asturias. Suele aparecer en los márgenes de cursos de agua como los ríos. Su nombre, que viene del griego y el latín antiguos, significa Oenanthe: nombre genérico que deriva de oinos, que significa vino, para una planta de olor a vino. Y crocata, del latín, que significa "de color amarillo azafrán"
Toda la planta en si contiene una neurotoxina llamada enantotoxina, que es extremadamente tóxica. Pero se concentra de forma especial en la raíz. El parecido de dicha raíz con verduras como el rábano puede llevar a su ingesta accidental. Una pequeña dosis de este tubérculo puede causar la muerte de una persona adulta.
La enantotoxina ataca al sistema nervioso central y actúa como un antagonista no competitivo del Ácido γ-aminobutírico. Su veneno funciona como la cicuta y los síntomas tras resultar intoxicado por ella son muy similares, como convulsiones, dilatación de pupilas y una muerte rápida.
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