Kenneth Strange, exagente del FBI y del Departamento de Justicia de EEUU, viaja a Dublín para investigar el caso de Annie McCarrick, una joven que desaparició en marzo de 1993. "Ella era mi vecina, y su padre era mi profesor en el instituto. Teníamos una relación familiar. La última vez que vi a la señora McCarrick me pidió por favor que volviera con los restos de su hija", expresa Strange, quien se enteró "del prófugo Antonio Anglés tras leerlo en la prensa".

¿Por qué cree que exagente del FBI que puede haber una relación entre la desaparición de de Annie McCarrick y la fuga de Antonio Anglés? "Es una coincidencia temporal. Él estuvo en Dublín menos de 48 horas antes de que desapareciera Annie, y el puerto está como a una milla y media de la casa de la joven", señala Kenneth Strange.

Por su parte, Jorge Saucedo, periodista, destaca que "era sorprendente el estar investigando el rastro de Antonio Anglés, un asesino de tres niñas, en tierras de Irlanda, y encontrarse a un exagente del FBI que está investigando la desaparición de una chica en el mismo lugar y en el mismo momento".

Así, decidieron comprobar dónde y cuándo pudieron cruzarse los caminos de Annie McCarrick y el de Anglés. "Antonio Anglés habría llegado al Puerto de Dublín, al muelle sur, el 24 de marzo a las 22:50 de la noche. Era miércoles, y el viernes 26 Annie desaparece. En apenas 23 minutos andando, Antonio Anglés pudo recorrer la distancia que separa el muelle sur de la casa de Annie McCarrick", subraya el exinvestigador del FBI, a lo que añade que "a las 15:00 horas, hay una persona que ve a Annie subiendo al autobús número 44, y se va al pueblo de Wicklow, donde una testigo de un restaurante dijo que cree que vio a Annie McCarrick con un chico el 26 de marzo de 1993 entre las 15:00 y las 16:00 horas".

Tras acudir a una pastelería, la joven vuelve a ser vista con el chico en un pub. Allí, el camarero hace una descripción de cómo era ese hombre. "Me parece algo más que una coincidencia que ella desapareciera al mismo tiempo que él estaba potencialmente activo en Dublín. Todo lo que sabíamos sobre Annie es que no tenía enemigos. No había motivos para secuestrarla, ni para matarla. Su muerte sigue siendo un misterio, y no hay sospechosos, por lo que hay que considerar a Antonio Anglés como tal", afirma David Harvey, presentador de 'Crime Line'.