Los agentes de Luisiana se disponen a conocer la autopsia de la mujer asesinada en el campo de caña de azúcar. La víctima de un presunto asesino en serie, estuvo un par de días sin comer, fue atada, torturada, drogada y estrangulada. Además, en la autopsia analizaron también las coronas que tenía en el lugar del crimen, compuestas por espinas de rosas, cañas, mijo y un tubo de wc. El problema de todo ello es que no han encontrado ni una sola huella. El consejo que da el forense a Hart y Rust es que hablen con un antropólogo, ya que el asesinato y el escenario parece "muy primitivo", como las pinturas rupestres.