Nada, no va a haber quién se libre. En el primer trimestre de 2023, Netflix tiene previsto extender el pago por el uso compartido de cuentas con personas no convivientes. Después del lanzamiento de un plan más barato a cambio de incluir publicidad, igual que la televisión tradicional, el segundo paso será monetizar las contraseñas compartidas.

Netflix calcula en más de 100 millones de hogares se comparten las cuentas con personas que no viven en la misma casa "socavando la capacidad a largo plazo para invertir y mejorar" la plataforma. Las condiciones actuales permiten tener varias cuentas y visualizar el contenido en diferentes dispositivo siempre que se comparta con convivientes, es decir, que todos los usuarios residan habitualmente en la misma casa. Algo que en la práctica no se cumple y que los usuarios se han tomado como una licencia para compartir gastos con familiares o amigos haciendo más asumible el pago de la cuota. Es habitual que los usuarios utilicen esa fórmula con varias plataformas teniendo así acceso a los diferentes servicios de 'streaming' sin que sea tan costoso como pagar uno solo la cuota completa.

La nueva medida, que Netflix tiene previsto lanzar a corto plazo y de manera escalonada por territorios, permitirá al usuario revisar qué dispositivos están utilizando su cuenta y transferir los perfiles adicionales de no convivientes a nuevas cuentas (algo que ya está disponible). Por otro lado, quien quiera seguir compartiendo su cuenta con personas ajenas al hogar podrán hacerlo pagando más. Esa cuota extra podría ser de entre tres y cuatro euros, aunque no hay aún información oficial al respecto. Aún así, seguirá existiendo la opción de ver Netflix fuera de casa, ya sea en televisores o dispositivos móviles. Así que no queda muy claro, ni Netflix ha explicado cómo van a diferenciar si está haciendo uso de la cuenta el usuario titular fuera de casa o una persona ajena.

La compañía asume que inicialmente este cambio supondrá un descenso de la audiencia y una pérdida de usuarios. Sin embargo, a juzgar por los datos que ha arrojado el programa piloto que se ha puesto en marcha en varios países de América Latina, creen que será una pérdida temporal que se revierta en poco tiempo. Además, esperan que disponer de planes más económicos a cambio de incluir anuncios sea un buen complemento y permita a los usuarios que se queden sin servicio pagar su propia suscripción.

De hecho, Netflix ha dicho que seguirá trabajando esos planes con anuncios implantados de momento en 12 países, especialmente en la mejora de la segmentación y en la medición. Aún así, desde la compañía se muestran satisfechos y valoran que "la bajada de precio (a cambio de anuncios) está impulsando el crecimiento de suscriptores" sin que se esté produciendo un trasbase desde los planes más costosos.