Hace menos de un mes que saltaban las alarmas en Netflix por la primera pérdida de suscriptores en diez años que, además, no se va a quedar ahí porque la plataforma prevé perder otros dos millones en los próximos meses. En aquel momento, los directivos de la compañía lanzaron un mensaje de tranquilidad a los inversores anunciando un plan apoyado en dos ejes, por un lado, la inclusión de una sucripción más barata incluyendo publicidad y, por otro lado, el cobro por compartir contraseñas. Unas medidas que, según explicaron, no llegarían antes de un año. Ahora, un comunicado interno adelanta el plazo para implantar las nuevas medidas a los tres últimos meses del año, según han informado empleados de forma anónima al New York Times. Netflix, por su parte, no ha querido hacer comentarios. La cuestión es que lejos de tranquilizar, la noticia cayó como un jarro de agua fría en los mercados provocando un desplome del 70% del precio de las acciones en lo que va de año, lo que podría justificar las prisas de Netflix por corregir el rumbo del negocio.

En los últimos años, el sector del streaming no ha dejado de crecer. Disney+, Prime Video y Apple TV+ están ya implantados en casi todos los territorios a pleno rendimiento y compitiendo directamente con HBO Max y Netflix. Y de hecho, muchas de estas plataformas incluyen tarifas más baratas a cambio de incluir publicidad, sin que ello vaya en perjuicio de la marca. De ahí que Netflix, que siempre ha mantenido en público un discurso contrario a incluir anuncios, haya decidido replantearse sus principios. Actualmente, la compañía cuenta con tres planes que van desde los 8€ del Básico, a los 13€ del Estándar y los 18€ del Premium. Habrá que esperar para saber cómo se materializa esa inclusión de publicidad, si será una nueva cuota más económica o si será una opción en cada uno de los planes.

Los malos resultados económicos han llevado a Netflix a sacar lo que era un elefante en la habitación: el intercambio de contraseñas entre personas no convivientes dentro de los planes de suscripción que permiten utilizar varios dispositivos. Era algo a lo que la plataforma no prestaba atención mientras las cosas iban bien, pero ante los problemas económicos no pueden ignorar que 100 millones de usuarios disfrutan de los contenidos sin pagar, casi la mitad de los usuarios que sí pagan y que ascienden a 221,64 millones de personas. La idea, según han transmitido en diferentes ocasiones, no es quitar la posibilidad de compartir, pero sí cobrar una cuota mayor a los suscriptores que vayan a intercambiar sus credenciales con personas con las que no convivan.

¿Crisis de contenido?

El problema es que las malas cifras no tienen una única causa, sino que son resultado de la suma de multitud de ellas. La más directa es la pérdida de suscriptores por la interrupción del servicio en Rusia por la guerra contra Ucrania. Pero, además de la mayor competencia de la que ya hemos hablado, hay otros factores como la pandemia. La crisis del coronavirus tuvo, por un lado, un efecto positivo porque el confinamiento de las primeras fases provocó un fuerte incremento del consumo de contenido en streaming ante la falta de otras opciones de ocio fuera de casa. El encierro proporcionó a la compañía de Red Hastings 37 millones de abonados. Por otro lado, paralizó la producción de contenido provocando en algunos casos retrasos de hasta dos años. Y, en tercer lugar, la recuperación de la normalidad en la que nos encontramos está llevando a reequilibrar ese crecimiento insólito en tiempos de COVID.

Sin embargo, la gente no tiene por qué irse si encuentra lo que busca en la plataforma. La queja generalizada de los usuarios en los últimos meses apunta a la saturación de un modelo enfocado sobre todo en la extensión del catálogo. Muchos usuarios aseguran que, a pesar de la ingente cantidad de títulos de la plataforma, es cada vez más difícil encontrar algo que ver. Aún así, siempre hay unos cuántos títulos de éxito, sobre todo series, que atraen las miradas y en el caso de Netflix muchos de sus buques insignia han llegado a su fin o están a punto de acabar y de momento, que sepamos, no parece haber nuevas opciones.

Para empezar, el final de 'La casa de papel' ponía fin a un fenómeno que la plataforma tratará de reavivar con el remake coreano que llegará en junio y con el spin-off 'Berlín' para 2023. 'Ozark' es otra de las series que ha terminado con su cuarta temporada, mientras que 'The Crown' y 'Stranger Things', que estrenarán próximamente sus temporadas 5 y 4, respectivamente, están más cerca de decir adiós. 'Cobra Kai', 'Los Bridgerton'y 'El juego del calamar' son los títulos a los que aún les queda recorrido en este horizonte de incertidumbre.