La nueva serie de Netflix aporta, entre sus principales atractivos, la licencia narrativa de proponer que sus episodios sean vistos en orden aleatorio. Cada entrega tiene el nombre de un color, de modo que el efecto podría aproximarse a la esencia conceptual de un caleidoscopio pero, de tanto mirarlo, podemos acabar mareados. Además, debemos tener en cuenta que, como señala la publicación neoyorquina Vulture, una permutación de ocho elemento da lugar a 40.320 combinaciones posibles, por lo que poner un poco de orden no parece mala idea.
No es recomendable ver la serie de modo cronológico.
Para ello podemos empezar por respetar la propuesta de los creadores de ver en último lugar el capítulo Blanco, que se centra en el día del atraco y se supone que es el conclusivo. Si te están dando vértigo las cifras, piensa que esto reduciría el número de combinaciones a 5.040. El showrunner Eric García ha asegurado, además, que no es recomendable ver la serie de modo cronológico, por lo que podemos descartar la disposición cromática: Violeta, Verde, Amarillo, Naranja, Azul, Blanco, Rojo y Rosa, que es la que nos llevaría desde veinticuatro años antes del atraco hasta seis meses después en línea recta y sin desviarnos.
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No resulta chocante que sus promotores desaconsejen esta opción, porque recomendarla sería dejar de forma automática toda esta experimentación en mera parafernalia promocional. Pero el menú de Netflix, que encontraremos por defecto, es una lista de episodios que también esconde cierta lógica. Su orden es el siguiente: Verde, Amarillo, Azul, Violeta, Naranja, Rojo, Rosa y Blanco. La lógica de esta propuesta podemos entenderla fácilmente con el siguiente esquema:
La cronología, aún siendo no lineal, será nuestra mejor guía para decidir en qué orden preferimos enfrentarnos al relato de la banda de ladrones liderada por Leo Pap, Giancarlo Esposito, que se propone perpetrar un atraco para hacerse con un botín de más de 6.500 millones de euros. La trama, en principio convencional, podría ganar en originalidad gracias a la autonomía otorgada al espectador para decidir su desarrollo, si bien, conviene matizar esto, como hacen en The Hollywood Reporter, comentando que el efecto de la visualización de Amarillo antes que Verde o viceversa, por poner un ejemplo, no debería tener, en absoluto, un valor trascendental.
Un posible arranque
De todos modos, para que la elección no sea completamente azarosa, veamos dónde nos sitúa cada color. Elegir entre Amarillo o Verde para arrancar será lo mismo que hacerlo entre arrancar la historia seis meses o siete años antes del atraco. En el primer caso, Leo estará reuniendo a la banda, y en el segundo, estos talentosos ladrones estarán conociéndose por primera vez. Yo, personalmente, encuentro que Verde queda mejor como flashback para saber de donde vienen estos personajes a los que acabamos de ver en Amarillo pero esto va, como ya se sabe, a gusto del consumidor.
Entrando en materia
Una vez metidos en materia, podríamos hablar de un subgrupo de capítulos formado por Azul y Violeta. El primero es el clásico resumen de los preparativos del robo, donde se desgranarán la dificultad del objetivo y las brillantes ideas de estos virtuosos del crimen para lograr su objetivo. Azul transcurre cinco días antes del atraco. Violeta, por su parte, tiene lugar veinticuatro años antes del atraco, por lo que es el flashback más heavy que busca contarnos las razones que han llevado a Leo a querer atracar, precisamente, esta cámara acorazada de altísima seguridad y no otra.
Naranja como comodín
Convienen recordar que una parte importante de la tensión vivida durante la serie es que el FBI les va pisando los talones. La agente Nazan Abassi tiene la mosca detrás de oreja, cree que algo va a ocurrir y sus sospechas comienzan tres semanas antes de la perpetración del robo, que es precisamente el espacio temporal por el que transita Naranja. Este episodio bisagra puede entrar igual de bien antecediendo o sucediendo a Azul y Violeta.
Hacia el tramo final
Donde parece haber connivencia generalizada es en la conveniencia de mantener el bloque del Rojo y el Rosa como preparativo previo al desenlace definitivo. El primero es la mañana después del robo, el día de la euforia que puede, de hecho, entreverse en el propio tráiler. Rosa, por su parte, nos lleva seis meses después de ese día para mostrarnos a la banda transformada en un grupo de fugitivos, escondidos y castigados por sus perseguidores.
El gran golpe
¿Por qué iba a ser el día del atraco el final perfecto para esta serie? Lo mejor será ver Blanco para poder contestar a esa pregunta. Pero, mientras tanto, os dejo otras preguntas del episodio del que nadie está hablando que podrían ayudar a encontrar esa primer respuesta. Se trata de Negro, la introducción que nos plantea lo siguiente: ¿Cómo se planeó? ¿Quién traicionó a quién? ¿Quién se libra?. Ahora que ya tenemos toda la información, toca darle a play para entra en el mundo de 'Caleidoscopio' y recordad que hacerlo sin tomar una decisión supone ya estar tomando una. De nosotros depende cuál de los 40.320 caminos posibles emprenderemos.
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