Los hermanos Duffer hacen frente a la última temporada de 'Stranger Things' cuyo estreno está previsto para 2024. El rodaje tendrá lugar este verano y David Harbour, el actor que interpreta a Jim Harper va a tener que hacer malabares para compaginar la serie con la película de Marvel 'Thunderbolts'.

En una entrevista para Discussing Film, Harbour ha hablado sobre el final de la serie y sobre el verano que le espera con dos rodajes simultáneos. El actor asegura que aunque se trata de una despedida "agridulce, definitivamente es el momento". Quién le iba a decir cuando rodaron la primera temporada hace nueve años que la serie sería uno de los primeros fenómenos de Netflix. De hecho, ha asegurado que cuando empezó la serie nunca quiso que terminara. "Creo que es una gran serie aunque yo no estuviera en ella". Ahora dice ha llegado el momento de decir adiós. "Todos hemos crecido, es hora de dejar el nido y probar otras cosas y proyectos diferentes".

Él ya está haciendo cosas diferentes, está a punto de estrenar la comedia de Netflix 'Tenemos un fantasma' y va a rodar la nueva película de Marvel, 'Thunderbolts'. Además, el rodaje va a coincidir con el de 'Stranger Things' y reconoce que ya está agotado. "Va a ser una locura", ha asegurado. Lo bueno es que las dos series se van a rodar en Atlanta y explica que "por suerte, los productores realmente han conseguido que funcione". "Voy a tener que estar yendo y viniendo entre los platós con un horario de locos. (…) Va a ser un verano infernal". A pesar de los inconvenientes, Harbour está entusiasmado con hacer "dos proyectos increíbles".

También quiere ver qué otras cosas hacen los hermanos Duffer, los creadores de 'Stranger Things' a los que dedica palabras de admiración: "Hay que dejar que los hermanos Duffer intenten cosas diferentes también. Quiero decir, esos chicos tienen tanto talento. Quiero ver qué es lo próximo que se les ocurre".

Tras la decisión del Supremo

Juan del Val advierte sobre la publicidad de las casas de apuestas: "Me parece algo enormemente perverso"

El escritor señala que las casas de apuestas "están creando un drama absoluto en un montón de familias" y destaca que suele tratarse de personas de las clases sociales más desfavorecidas.