Más de 4,7 millones de euros perdidos buscan dueño desde hace una década. Todo comenzó en 2012 en A Coruña cuando la combinación 10, 17, 24, 37, 40 y 43 de la Primitiva resultó premiada. Y días después del sorteo, el boleto apareció en una administración de lotería. Así lo contó el lotero en varias ocasiones a los medios de comunicación que se hicieron eco de la noticia cuando el ayuntamiento inició un expediente de búsqueda del dueño legítimo. Sin embargo, poco tiempo después el relato del presunto héroe desinteresado empezó a hacer aguas y algunos de los cientos de candidatos a afortunados decidieron optar por la vía judicial. Mientras llega el juicio que determinará si el lotero y su hermano incurrieron en algún delito, algunos de los interesados han muerto en el proceso. Más de diez años después, el valor del premio es mucho mayor, ya que ha ido acumulando intereses. Noemí Redondo y Susana López Graña han descubierto el universo de las obsesiones humanas al adentrarse en esta historia, ellas son las directoras de la serie documental 'Se busca millonario' y hemos hablado con ellas.

López Graña ha dedicado su carrera a la información de sucesos y siendo gallega, las historias de su tierra siempre captan su atención como lo hizo el caso del boleto perdido la primera vez que leyó sobre el tema. Periódicamente surgía alguna actualización y siguió dándole vueltas hasta que empezó a trabajar en la productora Unicorn TV y propuso el caso. La idea cuajó y fue al empezar a investigar cuando se dio cuenta de la "gran historia que tenía entre manos con todos los ingredientes de un true crime".

Aún así, había un reto y era encontrar y convencer a los demandantes que, después de diez años, siguen litigando por ser millonarios. Buscando en los despachos de abogados de A Coruña fueron poco a pco completando la lista y ordenando sus historias para contarlas en los tres capítulos de la docuserie. "Los implicados eran reacios a contar su caso porque muchos de ellos ni siquiera se lo habían contado a sus allegados, pero al mismo tiempo querían que su verdad fuese escuchada". De hecho, algunos se sienten ignorados por el sistema porque ni desde el juzgado, ni desde la policía les han llamado para preguntarles su versión y eso, al mismo tiempo, les hizo decidirse incluso aunque algunos no hayan querido dar la cara.

Con cada historia el caso da un giro mientras que, en paralelo, la serie va contando el desarrollo de la investigación policial. Se trata de una historia de película y ha sido tratada como tal. La docuserie está repleta de referencias cinematográficas que nos explica Noemí Redondo. La puesta en escena para los testimonios en ese espacio oscuro que "se convierte en un espacio seguro para ellos" nos "lleva a ala película 'Dogville' de Lars Von Trier". Además, una de las historias en el capítulo 2 está contada mediante fitografías como si fuese un corto que recuerde a la obra de ciencia ficción de Chris Marker 'La Jetée' (1962).

Además las escenas están llenas de juegos y elementos visuales que constantemente hacen guiños al espectador, los números de la suerte están presentes y camuflados en ventanas, paradas de autobús, puertas o imanes de la nevera que hacen que "la historia sea muchos más rica y con múltiples capas para un segundo o incluso tercer visionado". Al verla, también hay que prestar atención a la música pues cada número de la combinación ganadora se corresponde con una nota musical y con ellas se ha compuesto la melodía utilizada al hablar del número.

Hasta que haya una resolución judicial no sabremos quién se llevará el premio que sigue creciendo al acumular los intereses de todos estos años y a pesar de que la policía ha conseguido descubrir quién es el dueño, muchos de los demandantes siguen convencidos de que ellos son los ganadores y en el proceso se están dejando el dinero, la tranquilidad, la salud e, incluso, la vida. Una prueba de que la sinrazón humana y la obsesión por el dinero no tiene límites, por mucho que algunos aseguren que no se trata de una cuestión económica.