La segunda temporada de 'Operación Marea Negra' ya está en Prime Video y en ella volvemos a encontrarnos con el inquietante personaje de Joao. El narcotraficante viajará hasta Galicia para descubrir que ha pasado con su mercancía y no va a dudar en utilizar sus peores artes para conseguir lo que quiere, eso sí, sin mancharse las manos. Bruno Gagliasso es el actor brasileño que da vida al criminal y, en plena promoción de la serie, nos recibe en una cafetería de Madrid para hablarnos de sus recientes trabajos en España, su amor por nuestro país, sus proyectos y su lucha en diferentes causas.

Gagliasso se muestra muy cercano y sonriente mientras cuenta cómo le llegó el papel de Joao y qué le llevó a aceptarlo. "Me llamaron cuando estaba rodando 'Santo' para hacer un episodio, lo leí y me encantó porque era una historia real", explica. Como él mismo cuenta, la serie de Prime Video fue su segundo trabajo en España. Antes ya se había dado a conocer aquí con 'Santo', un trepidante thriller de Netflix que transcurre entre España y Brasil y en el que interpreta a un personaje también muy complejo.

No es casualidad que a lo largo de su extensa carrera la complejidad sea una característica común en sus personajes porque nos confiesa que no le gusta "hacer lo obvio o lo que se espera de él". "Me gustan los personajes fuertes. Si hay algo que no me hace bien como ser humano, o que no me hace pensar no hay motivo para hacerlo. No voy a hacer lo típico, no quiero", añade. Se expresa con mucha claridad y se hace entender a pesar de hacerlo como él mismo dice "en portuñol". El idioma no supone una barrera a la hora de hablar con pasión de su profesión.

De la conversación se desprende que la interpretación ha sido un bálsamo en su vida. Descubrió su vocación porque de niño era muy inquieto y "solo se quedaba tranquilo en el teatro, en el cine o frente a la televisión". Así nació su interés, que le llevó a empezar a estudiar y más tarde a profesionalizarse. Las telenovelas brasileñas fueron su escuela y es algo de lo que le gusta sacar pecho, de hecho él ha participado en dos que recibieron un Emmy Internacional: "En Brasil somos los mejores para hacer novelas, son muy buenas y muy potentes. Son una gran escuela porque se hacen 30 escenas al día y muchas cuentan con importantes reconocimientos". El actor es toda una estrella en Brasil, al que reconocen por la calle después de haberse metido en millones de hogares con sus personajes en televisión.

Su salto internacional llega en 2018 cuando firma un contrato con Netflix para proyectos como actor y también como productor. De hecho, después de 'Santo' está preparando una nueva producción de la que no puede hablar mucho pero que no se resiste a comentar porque reúne todo lo que le gusta: es un proyecto personal en el que además va a ejercer como productor y es un tema de denuncia sobre un personaje real y muy polémico del mundo del cine. "Es una colaboración con productoras españolas para hacer un proyecto mío y que yo también voy a producir y vamos a hablar sobre los bastidores del cine y sobre la 'glamurización'. La directora es brasileña y la guionista española", adelanta antes de hacer un esfuerzo para no contar más cosas.

De lo que sí puede contar más cosas es del papel de Joao que le ha traído de nuevo a España. El narcotraficante que no va a dejar pasar ninguna traición. En esta temporada de cinco episodios que, como ya hemos contado aquí, da un paso más en la trama Gagliasso hace de nuevo una participación. Pero a pesar de que es un personaje secundario su papel tiene mucha fuerza y el actor está especialmente satisfecho con una de las escenas, la más dura y violenta aunque no sea explícita porque como él mismo cuenta. "Las escenas más difíciles son siempre las físicas, las más satisfactorias son las más complicadas. La escena que me encantó hacer es la escena con la prostituta en el primer episodio que podría ser violenta, y lo es pero sin necesidad de gritar, ni de hacer algo físico".

Tenemos este poder y tenemos que usarlo porque hacer arte es hacer política

Bruno Gagliasso

Si hablamos de personajes complejos no podemos pasar por alto uno de sus últimos trabajos en el cine. En 'Marighella', la película de Wagner Moura estrenada en 2021, interpretaba a un policía racista a las órdenes de la dictadura brasileña. Y nos reconoce que fue especialmente duro por su situación personal. El actor estuvo lejos de su familia durante el rodaje: "Me quedé en Sao Pulo, no quería estar con ellos porque mi personaje era un racista, fascista y necesitaba tener estos sentimientos en mi corazón y si estuviera con ellos no haría otra cosa que llorar". Con ellos se refiere a su mujer Giovanna Ewbanl y sus tres hijos, dos de los cuales fueron adoptados en Malawi. Aún así lo hizo porque dice que "sabía que era importante para Brasil, para el mundo, para mí, para mis hijos, creo que cuando ellos sean mayores se sentirán orgullosos de lo que he hecho", cuenta esperanzado.

La misma esperanza que muestra cuando habla de Brasil y del cambio de gobierno tras la derrota de Bolsonaro en las elecciones y su salida del país. "Con el reciente cambio de gobierno se están descubriendo muchas cosas que han estado escondiendo estos cuatro años. Los indígenas yanomami estaban muriendo de hambre, estaban matando a personas. Es un genocidio. Y ahora Bolsonaro está en Estados Unidos pidiendo un visado de turista para no volver porque tiene miedo porque sabe lo que hizo. Si no hubiese hecho nada, estaría en su país", afirma. Gagliasso no duda en aprovechar cada entrevista para manifestarse sobre las causas en las que cree: "Creo que por ser personajes públicos tenemos que hacer cosas porque podemos influir. Tenemos este poder y tenemos que usarlo porque hacer arte es hacer política. Y necesito hacerlo porque soy humano y para dormir tranquilo". Y añade que "la persona que no hace, en realidad está haciendo".

Bruno Gagliasso, en una escena de 'Operación Marea Negra'.