Impactantes titulares: "Blesa, a prisión", "Blesa ingresa en prisión a la espera de reunir la fianza", "Prisión para Blesa", "Prisión para un banquero", "Blesa, el primero". El primer banquero en ir a la cárcel desde que comenzó la crisis, el primero después de 20 años, el primero después de Mario Conde, y el primero de los 83 directivos y consejeros de cajas imputados por la justicia. Este es Miguel Blesa, ex presidente de Caja Madrid.

Llegó a la entidad como consejero en 1993. Tres años después subió al cielo de las Torres Kio de la mano del que era presidente del Gobierno y su amigo íntimo desde los años 70, José María Aznar. Unos días después de arrasar en las elecciones, el popular pensó en Blesa para dirigir la caja más importante de España. Ironías de la vida, años después cambió de idea.

A Blesa la prisión le llegó por sorpresa. El juez le citó de urgencia el pasado jueves en el marco de una investigación por la compra en 2008 del City National Bank of Florida. Se pagaron 860 millones por la entidad un año después de que comenzase la crisis financiera internacional.

Un informe del Banco de España determina que pagó el doble de lo que valía. El juez le acusa de haber provocado en Caja Madrid un perjuicio de más de 500 millones de euros. El banquero se defiende: "Todos cometimos excesos. En la banca no regalamos nunca el dinero a ciegas".

Además, Miguel Blesa pudo cometer delito societario, apropiación indebida, administración desleal y falsedad en documento público. El juez asegura en el auto que actuó de forma "aberrante", incluso, llegó a fraccionar la operación en dos pagos para no superar el límite que le obligaba a pedir autorización a la Comunidad de Madrid.

Por eso ha pasado ya por prisión y su familia ha movido los hilos para conseguir los 2 millones y medio de euros de fianza. Una cantidad que no ha debido asustar al exbanquero que cobró algo más por irse de forma voluntaria de Caja Madrid.

No pasó inadvertido, sobre todo, gracias a sus comentarios sobre el BMW blindado de 510.000 euros que usaba o la mansión que compró en Miami para los negocios de la caja.

A Blesa le quedan otras cuentas pendientes con la justicia. Está imputado por el crédito fraudulento de 26,6 millones que Caja Madrid concedió a Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual. Debe esperar también a que la Audiencia Nacional decida si abre un proceso penal por las preferentes, en cuyo caso también estaría imputado.