Juan Antonio Pérez lleva diez años trabajando como camarero. Ahora, trabaja en un hotel en el que ha podido estabilizarse con un sueldo digno, pero durante muchos años su situación ha sido mucho más hostil.

"Es un lujo tener dos días libres a la semana y seguidos. Me hace gracia cuando oigo a los empresarios decir que hacen falta camareros, porque no se nos pregunta a nosotros qué necesitamos para ser contratados por esas empresas", ha asegurado el joven, que ha indicado que "es una auténtica vergüenza que se tenga un nsolo día libre a la semana".

"Llámalo día libre para no morirse. Físciamente yo lo puedo aguantar porque tengo 26 años, pero hay personas con 50 con responsabilidades de hipotecas y familias que a mí me da hasta pena. No sé cómo aguantan la vida", ha espetado.