Joan Coscubiela, sindicalista y político español, ha afirmado que Juan Carlos no se ha ido de España, sino que "claramente es un destierro inducido por su hijo", quien, según el político, "lo ha forzado teniendo en cuenta que le impedía el ejercicio normal de sus funciones como jefe del Estado".

Asimismo, el secretario general de Comisiones Obreras de Cataluña ha manifestado que le parece "bastante escandaloso que no se sepa aún dónde está" el rey emérito, y ha criticado que "la comunicación de la Casa Real no ha sido precisamente maravillosa".

"Es bastante evidente que le han obligado a irse, por mucho que la carta intente dorar la píldora diciendo que es una decisión personal, la realidad es que ha sido una decisión forzada por el rey Felipe VI por una cosa de una especial gravedad y es que ha llegado a la conclusión de que le dificultaba el ejercicio normal de sus funciones como jefe de Estado", ha insistido Coscubiela.

En este sentido, el sindicalista ha afirmado que "con la salida de Juan Carlos I, se erosiona la legitimidad de la monarquía". "Es cierto que la Transición estableció un pacto que incluía a la monarquía como parte de ese pacto, pero lo que no incluía era el abuso de la función de la jefatura del Estado por parte de Juan Carlos I, el abuso con una situación de impunidad", ha criticado.

"No me gusta nada ese 'juancarlismo' que se mantiene que está intentando justificarlo todo. Fue ese 'juancarlismo' de esos 40 años el que le dio a Juan Carlos I esa percepción de impunidad a él y a su entorno para que hicieran cosas éticamente reprobables como me parece que ha terminado reconociendo", ha manifestado.

Además, el político ha lamentado que "se está aprendiendo muy poco de por qué hemos llegado aquí" porque, según ha dicho, "cuando alguien se comporta como se ha comportado Juan Carlos I es porque tiene sensación de impunidad, de que el entorno económico y político le ha dado esa impunidad; y ahora hay gente empeñada en continuar con ese planteamiento".

Así, Coscubiela ha asegurado que "la monarquía está deteriorada". Sin embargo, ha defendido que "esa no puede ser la preocupación del país", sino que la atención debe centrarse en "la crisis sanitaria, económica, social y el conflicto territorial brutal porque es en la que nos jugamos el futuro de millones de personas de este país".