'Winnie the Pooh', también censurado

Sara Romero, excorresponsal en China, recuerda el 'té con represión' de Xi Jingping: "Te hacen pasar un mal rato en comisaría"

"Si te invitan a tomar el té como periodista, es que te van a cantar las 40", afirma Sara Romero, excorresponsal en China, que en este vídeo cuenta cómo era el control del régimen de Xi Jinping a las noticias que se publicaban sobre el país.

"Si te invitan a tomar el té como periodista, es que te van a cantar las 40", afirma Sara Romero, excorresponsal en China, que en este vídeo cuenta cómo era el control del régimen de Xi Jinping a las noticias que se publicaban sobre el país.

Aunque en China se le encuentra cierto parecido a Xi Jinping con el osito 'Winnie the Pooh', el líder impone sus propias normas incluso con este dibujo animado, sobre el que ha establecido la censura. "Es el líder chino con más poder desde los tiempos de Mao", afirma Sara Romero, jefa de Internacional de Antena 3 y excorresponsal en China. 

Xi Jinping conoce bien lo que es la purga. Su padre fue un líder dentro del Partido Comunista y acabó siendo encarcelado por el propio Mao Tse Tung. Por ello, José María Beneyto recuerda que el actual líder chino tuvo que someterse a reeducación junto a su hermana: "Ella de todas las dificultades que sufre comete suicidio y, sin embargo, Xi Jinping se fortalece por dentro", explica el catedrático de Derecho Internacional Público, para el que la "sonrisa bonachona" de Jinping "lo que demuestra es una enorme disciplina interior".

Curiosamente aquel puño de hierro que impuso Mao a su padre lo replica ahora Xi Jinping, donde en la televisión estatal toda China puede ver al que fue jefe de Seguridad del país juzgado por cargos de corrupción y acatar una condena a cadena perpetua. Otros cargos del Partido han sido condenados incluso a pena de muerte, aunque se suele suspender. 

Xi Jinping llegó al poder en 2013, cuando Sara Romero era corresponsal en China. En aquellos años, señala, "notamos un incremento exponencial del control a lo que se publica sobre China". 

En su caso, lo hicieron invitándola a tomar un té en el que, junto a la bebida, te están sirviendo un código de represión. "Si te invitan a tomar el té como periodista, es que te van a cantar las 40. Te van a ponen los límites, te van a hacer pasar un mal rato en la comisaría", afirma Sara.

En uno de sus reportajes, donde abordaba la política del hijo único y entrevistó a una segunda hija que tuvo que permanecer escondida hasta la adolescencia, recuerda que "al día siguiente teníamos a la Policía en nuestra casa para revisarnos todo lo que tuviéramos de material". Por todo ello, asegura que "trabajar de periodista en China con Xi Jinping ha ido a peor en los últimos años, cada vez es más complicado y hay más límite".