El 'terror' acecha entre los pasillos del supermercado ante lo más temido por todos: el precio del aceite de oliva, que marca récords históricos. La "psicosis" aceitera lo invade todo. Durante años, se cruzaba a Portugal para comprar productos textiles baratos, y en la actualidad tanta psicosis aceitera atrae a nuevos clientes a nuestro país vecino. "Vienen muchos españoles por el precio, porque está más bajo", señala una dependienta.

Sin embargo, a la hora de comparar, esa psicosis es más infundada que otra cosa. Una mujer cuenta que fueron a comprar a Portugal porque escucharon en la tele que allí era más barato el aceite, pero no ve "la ventaja". "La diferencia es de un euro y algo o dos euros. Yo estoy a un kilómetro y a mí me compensa, pero al que venga de Vigo, al precio que está el gasoil, no creo que le compense", expresa otro hombre.

Sin embargo, la "psicosis" por el aceite de oliva no está solo en los consumidores, sino "en todas las partes de la cadena": "Hay una preocupación en el productor porque no sabe si a estos precios lo vamos a poder vender y el mercado lo va a poder absorber; también hay una gran preocupación del gran distribuidor, porque no sabe si va a tener aceite, por lo que está acojonado; y la más importante es el consumidor final, que no sabe cuánto le va a costar la garrafa de aquí a los próximos tres meses", subraya.