Aunque Felipe González quiso agarrar la batuta de la educación en los 80, la Iglesia consiguió mantener su influencia en las aulas con los conciertos educativos. "La escuela pública no está preparada para absorber a los alumnos y se llega a los acuerdos de la enseñanza concertada, un elemento que se planteó como transitorio, pero que realmente ha ido en aumento", explica Juanjo Picós, presidente de Europa Laica.
Según los últimos datos, ahora uno de cada cinco colegios en España es concertado y más de la mitad de ellos son religiosos. "Los colegios concertados me parece que son una trampa", afirma Juan José Tamayo, doctor en Teología, que apunta que "son una manera de mantener una educación conforme a los dogmas y la doctrina católica".
Según datos de la propia Conferencia Episcopal, el 95% de los colegios católicos que hay en España reciben subvenciones públicas, tal y como permiten los acuerdos con el Vaticano. La propia Iglesia asegura que "son sus instituciones las que están financiando al Estado", que gracias a ello "se ahorra más de 2.500 millones al año por la diferencia de coste que hay entre una plaza concertada y una plaza en un colegio". "Son datos muy complicados de baremar", indica Jesús Bastante, redactor jefe de Religión Digital, que en el vídeo sobre estas líneas señala que "hay que tener en cuenta las inversiones y las dotaciones que esos colegios y las instituciones se llevan de las arcas públicas".
En muchos casos los colegios concertados de la Iglesia se construyen en terrenos públicos cedidos por ayuntamientos y, aunque la ley exige que los colegios concertados sean gratuitos, 9 de cada 10 cobra cuotas a las familias. Reyes Mate, ex alto cargo del PSOE presente en las negociaciones con la Iglesia en los años 80, reconoce que las cosas no han salido como querían: "Me parece que es pervertir el sentido de la ley cuando en un colegio financiado por instancias públicas puede acceder el hijo del portero, pero luego se le discrimina a la hora de hacer actividades extraescolares tan caras que no puede hacer".
"Koldo me pidió si podía echar una mano..."