El Ingreso Mínimo Vital es ya una realidad. Un renta básica de supervivencia para que los más vulnerables afronten esa pobreza acrecentada aún más por los efectos devastadores del Coronavirus, pero la medida, que llegará a 850.000 hogares genera algún que otro recelo.

Félix es viticultor y presidente de la Unión de Agricultores y Ganaderos de Navarra, dice que cada vez es más complicado encontrar trabajadores y por eso cree que si se otorga un Ingreso Mínimo Vital, debe ser con condiciones: "Esa renta garantizada está muy bien pagada si hay un acompañamiento a un itinerario laboral".

Cuando hace unos días se enteró de una nota del Ministerio de Trabajo para la actuación de los inspectores en la que se les pide que persigan prácticas similares a la esclavitud, a la servidumbre, Félix se dirigió a través de redes sociales a la ministra Yolanda Diaz para instarle a abandonar esa idea asegurando que de lo contrario no iban a "ser pacíficos". Se justifica señalando que no entiende esa campaña "para decir que se va a eliminar la esclavitud del campo, es que esa es una acusación brutal", pero desde el Ministerio aseguran que se lleva haciendo 3 años.

Preguntado que por qué no le gustan las inspecciones para detectar la explotación en el campo, Félix sostiene que no es así y defiende que se han "jugado la vida". "Estamos pasando un mal momento económico y que se lance una campaña generalizada extorsión de los trabajadores, pues no me parece justo", argumenta.

El viticultor asegura que en todos los sectores pasa igual porque "piratas hay en todos los sitios y nosotros somos los primeros que estamos en contra de esos piratas porque nos hacen competencia desleal". Félix reconoce que los salarios en el campo español son bajos, pero señala que sino no podrían competir con productos importados de otros países donde ahí sí se explota sin control al trabajador.