José Luis Sampedro, escritor, humanista y economista, confesó a Jordi Évole en 2012, un año antes de fallecer, que "no tendría ningún inconveniente" en morirse. "No tengo ningún interés en seguir, pero quiero a mi mujer, sé que le hago falta y estaré todo el tiempo que haga falta", manifestó, a lo que añadió: "Soy un viejo sordo, medio ciego, con dolencias... ". Así, Sampedro dijo que todo eso ya no le interesaba porque, además, según dijo, había visto "el espectáculo" y le "importaba tres pepinos".

"Pero yo tengo que vivir, porque se habla mucho del derecho a la vida, pero hay más, hay el deber de vivirla. Hemos recibido de la vida una vida, pues vamos a vivirla", defendió, a lo que apostilló que "dar estos consejos a una persona que no come y a sus hijos que no comen es casi una burla". "¿Qué le diría yo a esa familia? Pues que si puedo les daría algo, por lo menos, palabras y un abrazo, pero comprendo que eso es terrible", afirmó.

En la entrevista de 2012, Sampedro también tuvo palabras para la iglesia. El humanista afirmó que esta "institución es una rémora para el progreso humano, porque es dogmática, no puede permitir el pensamiento libre". En este sentido, Sampedro expresó que "la iglesia es el arquetipo del razonar al revés, primero se cree en dios y luego se inventa el dios que conviene, primero se cree, y luego razona", mientras que dijo que "el hombre libre primero razona y luego se cree lo que ha razonado".

Por otro lado, Jordi Évole comentó que "las encuestas" estaban "empezando a decir que el ciudadano" estaba "aceptando recortes". "¿A qué se debe?", le preguntó el periodista, a lo que economista respondió que esto se debía "a una de las fuerzas más importantes que motiva al hombre, que es el miedo". "Gobernar a base de miedo es eficacísimo, el miedo hace que no se reaccione, que no se siga adelante, es casi más fuerte que el altruismo, que el amor...", lamentó.

*El contenido al que hace referencia la información forma parte de un programa de Salvados de 2012.