Ana llegó a intentar suicidarse por culpa del acoso sexual al que la sometió su jefe. Tras sufrir un verdadero calvario, tomó la decisión de denunciarle porque "no podía vivir con eso dentro". "Tenía que sacarlo", rememora.

No fue fácil: a pesar de que le impusieron una orden de alejamiento, su agresor la incumplió dos veces. "Ni siquiera se lo llevaron a declarar", recuerda Ana.

"En el cuartel de la Guardia Civil me dijeron que la solución era que si la fiesta estaba en el parque, yo me fuera a la plaza de toros, y si estaba en la plaza de toros, que me fuese al parque, que él tenía todo el derecho de ir donde quisiera", explica.

Incluso se planteó "varias veces" retirar la denuncia: "Estaba agotada. Era una lucha dura, la juzgada eres tú". Sin embargo, decidió seguir adelante por su familia: "Por mi madre y mi hermana, que estaban ahí siempre".

La espera hasta el juicio fue angustiosa, pero tras declarar se sintió aliviada. "Tenía muchísimo miedo a que llegara el día, pero salí mejor, me quité una carga", cuenta, "simplemente con declarar, cuando salí de allí fue respirar".

Finalmente, su jefe fue condenado a siete años de cárcel por abusos sexuales, una sentencia que ha recurrido. Él sigue viviendo en el pueblo, mientras que ella se tuvo que ir.

"Tiene que pagar lo que ha hecho, pero a mí lo que me ha hecho me lo ha hecho ya. Eso ya no tiene remedio", resume Ana. "No puedo trabajar, que es lo peor, porque en cuanto se me quiere acercar el jefe, o el encargado, o hacer alguna broma... primero me bloqueo y después salgo corriendo", concluye.

"Nunca se le puede exigir a la víctima que denuncie"

"Nosotros recomendamos denunciar", explica la psicóloga Lourdes Díez de las Cuevas, de FAMUVI, que matiza que "nunca se le puede exigir a una víctima que denuncie, tiene que ser una decisión personal".

El proceso judicial es "difícil, doloroso", explica. Durante el mismo, las víctimas "escuchan frases que hacen mucho daño: '¿Por qué te callaste?', '¿Por qué no lo contaste?'".

"No pueden pasar página hasta que acaba el juicio y puede tardar mucho tiempo", señala, "aunque psicológicamente hayan pasado dos años y se hayan empezado a recuperar, sabemos que cuando llega el momento de enfrentarse al juicio va a haber recaída".