Gonzo se plantea en Salvados muchos interrogantes: ¿Es Ibiza una isla para turistas o para residentes? ¿Se puede tener una vida normal sin una vivienda digna? ¿Puede afectar a la prestación de servicios esenciales como el sanitario, la educación o la seguridad el vivir en el lugar de trabajo, en una caravana o compartiendo sofá?.

Los grandes hoteles, que en verano acogen a miles de turistas, tienen que ofrecer alojamiento a sus propios trabajadores. "Si no, no encuentras trabajadores, no vienen", asegura Juan Alberto, el responsable de un hotel a primera línea de playa, del que Gonzo visita las habitaciones que comparten esos trabajadores.

Sergi es músico y profesor del Conservatorio de Ibiza. Sin embargo, vive en un hostal porque es lo único que se puede pagar con su sueldo. "Me saldría más barato ir y venir cada día de Mallorca en avión que alquilar un piso". Por su parte, Susana, que es profesora de baile y vive en una parte del salón de casa de un amigo, delimitada por cortinas, ha llegado a compartir piso con 12 personas.

Gonzo visita también a Carmen, que trabaja como limpiadora en un colegio, a José Luis, celador en el hospital y a Benji, bombero. Ellos tampoco pueden permitirse una vivienda y han optado por vivir en autocaravana. Más allá de los problemas de espacio o la falta de comodidad, lamentan que alguien les considere un problema: "Se refieren a nosotros como 'el problema de las autocaravanas', pero no lo somos; el problema es otro, nosotros somos una solución al problema”, afirma rotundo Benji.