El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se sienta con varios ciudadanos para defender sus críticas a Pedro Sánchez y a los pactos alcanzados para ser investido presidente del Gobierno, con la ley de amnistía como principal señalada. En Salvados, cuenta que hace dos meses pidió tener una reunión "tranquila" con el recién elegido presidente del Gobierno "para hablar".

"Es evidente que está ocupado", reconoce junto a un militante del PSOE en Vélez-Málaga, que le afea que estas críticas que ha lanzado estas semanas, las cuales cree que han dado "alas a la derecha española". "Me siento en la obligación de hablar porque llevo muchos años en el PSOE y tengo responsabilidades orgánicas, sobre todo cuando no se me pide opinión", defiende García-Page.

El militante socialista, llamado Paco Medina, reconoce su preocupación ante la posible entrada de Vox en el Gobierno central: "Vox está instalado en el odio. El país necesita pasar página en el odio. Podemos tener diferentes visiones políticas, pero no somos enemigos".