Alberto Chicote , después de ver cómo funciona Bámbola, decide reunirse con los dueños para tener una conversación más tranquila. Así, María Jesús y José se sientan con el chef y le cuentan cómo pusieron todos sus ahorros para abrir el restaurante y ahora tienen una deuda superior a 10.000 euros.

Vanessa, la hija de los dueños, fue quien pidió ayuda a Chicote y también está en la reunión. "Vivimos en una casa del Ministerio de la Vivienda, pagamos un alquiler simbólico de 60 euros", cuenta María José, algo que a Chicote le llama la atención ya que así descubre que no ganan en el restaurante y la deuda va creciendo.

Gracias a Vanessa, ellos pueden pagar las facturas de la casa: "En mi vida he pensado que mi hija me tendría que ayudar de esta forma. Me dan ganas de tirar la toalla", confiesa la dueña a Chicote.