Alberto Chicote llega al servicio de cenas para ver cómo funciona. Al entrar a la cocina, la cocinera le da a probar la comida y le confiesa que ella nunca prueba los platos porque es “alérgica a la sal”. El chef mientras llegan los primeros clientes investiga en la cocina. El aceite está “cansado”. Margot asegura que el aceite huele “porque está caliente”.
Llegan las primeras comandas. Las almejas tienen una balsa de aceite y el chef se lo dice a la cocinera rusa. Unas palabras que no sientan bien a la empleada de ‘El Chiringuito del Tío Matías’. “No vengo aquí a regalarte los oídos, vengo a decirte lo que veo, ¿no te gusta?, lo siento, te vas a tener que aguantar”, le dice Chicote.
Margot bebe para aguantar mejor el servicio, mientras el chef sigue visionando el lugar. Se da cuenta de que los platos y la vajilla se tiran a la basura. Nadine asegura que no se tiran, que luego se sacan y se friegan. Un trabajo que le ocupa en su jornada dos o tres horas más.
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