El chef de Pesadilla en la cocina echa un vistazo a 'La Tarantella'. Un lugar en el que Chicote está a punto de vomitar por culpa de la insalubridad.

El suelo no lo friegan nunca y los ventiladores llevan 13 años sin limpiarse. "El día que lo pongas en marcha se va a poner a tirar mierda y va a parecer como que nieva en negro", comenta.

El cocinero mira las cámaras frigoríficas que "huelen mal". "La cámara tiene mierda del año uno. Aquí te pones a buscar y hay para hacer un parque jurásico seguro", comenta el conductor del programa. "Chicote ha hablado más de la cuenta porque tampoco había tanta mierda", responde Nicola.

Abre un frasco que está en conserva y un tupper de espaguetis. "He metido la nariz con mucha valentía… me cago en la puta", dice entre arcadas. Aunque la comida no es lo único que está en malas condiciones. Las sartenes tienen muchos años y no las han frotado nunca.

"Cualquier cosa que esté aquí es la quinta esencia de la contaminación", se escandaliza el chef de Pesadilla en la cocina. Nicola asegura que es su error. "Esto no es un error, es un pozo de mierda", le responde Chicote horrorizado por las condiciones en las que se encuentra 'La Tarantella'.

Otros momentos destacados

El desorden y la falta de higiene son la punta del iceberg de un sistema caótico que llevará a Chicote a imponer sus normas ante la negativa del dueño de 'La Tarantella' a cambiar.

Tras conocer un poco más el restaurante y a sus dueños, Chicote descubre que el declive del restaurante comenzó tras la enfermedad de Carmen, la dueña: "Me levanté un día y no podía caminar".

La tensión que viven los dueños dentro de la cocina se traslada a los dueños y por ejemplo Carmen llega a perder los nervios y se enfrenta verbalmente con una clienta.

También Nicola lleva mal encajar las críticas y cuando le acusan de servir mozzarella en lugar de burrata estalla contra un cliente: "Le meo en la cara".