Carmen pierde la paciencia durante un servicio en 'La Tarantella'. La dueña y mujer de Nicola se siente atacada por una clienta y no duda en estallar contra ella. Una falta de respeto, según ella, por la que su marido y sus hijos sacan las uñas. "Yo tengo boca para responder, no pasa nada. Yo respondo con mucha educación", se defiende.
El conflicto comienza porque la clienta pide una pizza con jamón de Parma y le ponen jamón serrano. La comensal se queja alegando que su novio es italiano y sabe que el producto no es el mismo. Ante tal comentario, Carmen pierde la paciencia: "Primero hay que informarse y luego criticar", le dice.
Una respuesta que la clienta responde con un "claro, ragazza". Después de este adjetivo, la dueña de 'La Tarantella' estalla. "¡Ragazza, no. Yo a usted la he tratado con respeto, ¿vale?! Ragazza es una mocosa en mi pueblo", le responde.
Un enfrentamiento que escuchan desde cocina y que enciende a Nicola: "No tengo que aguantar a dos gilipollas que se pasen porque salgo para afuera igual. Cuatro mocosos no van a vacilar a mi mujer". Chicote alucina...
Otros momentos destacados
El servicio de reapertura supone un gran avance con respecto a lo que se encuentra Chicote el primer día que visita el restaurante. En la revisión de la cocina, el chef está a punto de vomitar por el olor de un tupper que estaba en las cámaras.
Sin embargo, el desorden y la falta de higiene son la punta del iceberg de un sistema caótico que llevará a Chicote a imponer sus normas ante la negativa del dueñode 'La Tarantella' a cambiar.
Tras conocer un poco más el restaurante y a sus dueños, Chicote descubre que el declive del restaurante comenzó tras la enfermedad de Carmen, la dueña: "Me levanté un día y no podía caminar".
A pesar del buen trabajo de todos, la reapertura no es todo lo feliz que debiera ser porque Nicola recibe la amarga noticia de la muerte de su padre la noche previa. El cocinero dedica este servicio a su padre, al que no veía desde hacía cinco años.
Así es el bar del Club Deportivo Estoril II
La sorpresa de Chicote al ver que el bar del Estoril está dividido por colores porque los dueños no se pusieron de acuerdo
"La mitad del salón está en azul, que es mío, y la otra mitad está en rojo, que es de ella", explica Álex, dueño del restaurante Estoril II, a Alberto Chicote sobre la decoración del local.