Una pareja compró una casa en San Cristóbal de La Laguna (Tenerife) a una mujer belga, pero no han podido usar la vivienda porque la propietaria lleva todos estos años de okupa. José Miguel Cruz y su pareja siguen pagando tres años y medio después la hipoteca de un piso en el que no pueden vivir. La mujer no ha podido ser desalojada porque vive con ella un menor inmigrante al que tiene en acogida, y por la lentitud del sistema.

Han sido muchas demandas por parte de los propietarios y muchos recursos de la vendedora. En uno de los recursos, alegó que la coaccionaron para ir al Notario para firmar esa compraventa, y en otro defendió que quedaría en desamparo al tener un menor acogido. Los propietarios han ganado todos los procedimientos en todas las instancias, incluso en el Tribunal Supremo, y se llegó a fijar una fecha para el desahucio. Pero con la mala suerte de coincidir la fecha con la huelga de los secretarios judiciales. Ahora están a la espera de que se fije una nueva fecha y recuperar la casa.

José Miguel Cruz ha asegurado en Más Vale Tarde que ahora están "esperanzados" por la propuesta de nueva fecha para el desahucio. "Creemos que vemos la luz al final del túnel porque hemos tenido tres años muy complicados", ha expresado. Según José Miguel, ellos han tenido que afrontar sus gastos diarios, los de un hijo estudiando fuera y los de la casa (hipoteca, luz, comunidad). "Lo hemos pasado realmente mal, pero no nos puede afectar", ha expresado.

Sobre cómo se sintió al ver que no podía usar su casa, dice que se le "quedó cara de tonto". "Mi mujer y yo pensamos que era una broma, no puede ser, si la señora es adorable. Pero no, tres años y medio estamos aquí y esto es insostenible", ha asegurado. La mujer, al principio, le dio todo tipo de excusas para quedarse unos días: "Parecía una vieja adorable, muy chiquitita". "Todo son excusas. Primero porque es la Navidad, luego excusas médicas y ya nos plantamos mi mujer y fuimos a un abogado", ha relatado José Miguel.

"Hemos sido lo más honestos posible, por la vía judicial... Hemos pasado momentos desoladores", ha señalado. Y ha contado que la mujer incluso llegó a bromear con la okupación cuando firmaron ante notario: "Hizo una broma sobre que se quedaría como okupa durante 10 años, con una sonrisa sarcástica".