Agentes del GIAT, el Grupo de Información de Accidentes de Tráfico de la Guardia Civil, han estado este martes en el lugar donde fue encontrado el cadáver de Esther López, para comprobar si pudo ser atropellada o arrojada desde un coche.

La hipótesis del atropello, sin embargo, no convence a los expertos, puesto que el cuerpo de la joven, aunque tenía traumatismos, no eran definitivos ni tan claros como los que deja normalmente un siniestro de este tipo. Así lo han indicado Beatriz de Vicente y Manuel Marlasca en Más Vale Tarde, donde ambos expertos han hecho hincapié en lo extraño que sería un atropello sin ninguna fractura ósea.

La abogada y criminóloga, que opina que si el cuerpo estuvo 24 días a la intemperie "la hipótesis del atropello tendría bastante más lógica", ha incidido no obstante en que "un atropello sin ni una rotura ósea, que por ahora parece ser no se ha apreciado, sería harto extraño". "Un atropello sin roturas óseas yo sería la primera vez que lo he visto", ha insistido.

En idéntico sentido se ha pronunciado el jefe de Investigación de laSexta: "Yo sería el primer atropello que veo sin una sola fractura", ha señalado Marlasca, que ha explicado que los atropellos "dejan fracturas en el fémur, dejan fracturas en la cadera, fracturan cráneos, fracturan incluso la médula espinal" y "son muy aparatosos".

"Aunque no haya fracturas, el traumatismo que deja un atropello es de unas dimensiones mastodónticas", ha agregado el periodista, que ha apuntado que esto sería visible en las radiografías o el examen externo practicados al cadáver.