28 años después de la desaparición de Miriam, Toñi y Desirée, las conocidas como niñas de Alcàsser, la investigación sobre el paradero de Antonio Anglés, el principal sospechoso, ha dado un vuelco. Uno de los oficiales del barco 'City of Plymouth' ha confirmado que el polizón que huyó en la nave fue el propio Anglès, a quien ha reconocido a través de fotos en una declaración ante la titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira.

Las declaraciones han confirmado que Anglés era el polizón que huyó en aguas de Irlanda y evadió el cordón policial en el puerto de Dublín. Tal y como ha destacado en Más Vale Tarde el periodista Javier Martínez ('Las Provincias'), si bien han reconocido al prófugo, no han dado datos que permitan localizar al fugitivo.

"No se comprende cómo, si estaban avisadas las autoridades irlandesas, solo dos policías suben al barco y no lo registran", ha señalado Martínez, que ha subrayado los fallos que existieron en la investigación en España pero también en Irlanda.

Las declaraciones, traducidas, han llegado no solo al juzgado, sino también al grupo de localización de fugitivos de la Policía Nacional, que está revisando el caso para intentar reconstruir la huida y seguir investigando para intentar detener a Anglés. Los crímenes aún no han prescrito.

"No hay pruebas de ese ahogamiento (de Anglés). Es una de las hipótesis que mantiene abierta la Policía", abunda el periodista. Otros miembros de la tripulación está centrando las sospechas en un tripulante que ya ha fallecido. De los miembros del 'City of Plymouth' en 1993, cuatro marineros han fallecido ya.

Nueva decisión en febrero

La titular del Juzgado de Instrucción número 6 de Alzira, además, ordenó la unión a la causa judicial de una fotografía exhibida por la Policía a un marinero del citado barco mercante y el interrogatorio como testigo de este marinero y el de otros dos miembros de la tripulación, igualmente en calidad de testigos.

Esta decisión se produjo después de que la Audiencia de Valencia aceptara un recurso de la acusación popular en este caso, ejercida por la Asociación Clara Campoamor, solicitando dichas pruebas.

Fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana han informado de la resolución, pero han precisado que la investigación no ha sido nunca cerrada.

La instructora emitió hace un año una orden europea de investigación para solicitar la colaboración de las autoridades del Reino Unido sobre la supuesta huida en barco de Anglés.

El juzgado había recibido un informe policial donde se solicitaban nuevos interrogatorios a testigos, concretamente a miembros de la tripulación del barco desde el que supuestamente huyó el fugitivo.

El capitán del barco 'City of Plymouth', en el que supuestamente viajó como polizón el asesino de las tres adolescentes de Alcàsser, había dicho en un reportaje deEquipo de Investigación en laSexta que un miembro de su tripulación pudo ayudar a Anglés a escapar, y la jueza ordenó tomar declaración al marinero.

De las declaraciones del marinero y del capitán se dedujo que Anglés mantuvo una conversación telefónica con un trabajador de una compañía de transportes desde el propio barco. Además, al parecer, un miembro de la tripulación le llegó a fotografiar.

La acción popular pidió a la juez la localización de esta fotografía y la identificación del empleado de la compañía de transportes, diligencias que la magistrada rechazó y que la Sección Tercera de la Audiencia Provincial ha considerado oportunas, a petición de la citada asociación.

Los magistrados de la Audiencia entendían que esas diligencias "tienen una finalidad útil y pertinente para la continuación del procedimiento (la localización del investigado) y resultan proporcionadas a la evidente gravedad de los hechos delictivos objeto de investigación".

"Confirmar que el investigado era el polizón descubierto en el barco puede permitir sentar una nueva base desde la que continuar las pesquisas para determinar su ulterior itinerario y, en su caso, su actual paradero", apuntó la Audiencia.

El secuestro y asesinato en noviembre de 1992 de Miriam, Toñi y Desirée, las tres vecinas de Alcàsser (Valencia) de entre 14 y 15 años violadas y torturadas hasta la muerte por el prófugo Antonio Anglés y su compinche Miguel Ricart -en libertad desde 2013-, mantuvo en vilo a España durante más de dos meses, hasta que aparecieron sus cadáveres.

Investigaciones posteriores han seguido la pista del posible paradero de Anglés, en caso de seguir vivo, o la confirmación de su muerte, que pudo haberse producido al arrojarse al mar desde el citado barco rumbo a Dublín.