Laura Luelmo ha sido la tercera mujer asesinada por los hermanos Montoya. La primera fue Cecilia y tenía 82 años cuando Bernardo entró en su casa para robarle y la apuñaló. Cecilia prometió declarar contra él en el juicio y Bernardo, al que un juez había dejado en libertad, le cortó el cuello.

Por aquello pagó 17 años en prisión y un destierro de cinco: no podría volver al pueblo, pero su hermano gemelo, Luciano, seguía ahí. La segunda víctima de los Montoya se llamaba Maricarmen, Luciano le robó el bolso en una discoteca pero ella se dio cuenta y se lo devolvió. "Como no le gustó tener que devolver las pertenencias a la muchacha, la esperó en la puerta de su casa y la mató", cuenta una vecina.

Era el año 2000 y todo el pueblo quiso expulsar a los Montoya. Con los dos gemelos en la cárcel la tranquilidad volvió al pueblo hasta que en 2005 la muerte de un discapacitado atribuida a los Aguilera, parientes de los Montoya, provocó nuevos altercados. Bernardo volvió a atacar a una mujer en 2008 con un cuchillo pero fue el perro de ella el que, al intentar protegerla, se llevó las puñaladas.

Cuando Laura Luelmo desapareció nadie en El Campillo tenía dudas: tenían que ser los hermanos Montoya.