Joaquim Bosch, portavoz territorial de Jueces y Juezas para la Democracia ha analizado en Más Vale Tarde la sentencia del Tribunal Supremo de 15 años de cárcel para los miembros de 'La Manada' por violación.

"El Tribunal Supremo ha dicho que solo sí es sí, y que el consentimiento se puede expresar de palabra o por gestos, pero debe expresarse. El silencio forzado por una situación de intimidación ha dicho el Tribunal Supremo que nunca podrá ser consentimiento", ha reiterado el magistrado, que se ha mostrado de acuerdo con la decisión del Tribunal.

Había una interpretación que consideraba que esto era propio de un delito de abusos sexuales pero no de agresión sexual, por lo que la sentencia del Tribunal Supremo, asegura que "lo ha resulto correctamente en función de los precedentes jurisprudenciales".

"No se trata de que el Tribunal Supremo se haya plegado ante el clamor popular", ha apuntado, planteando que "la pregunta que debe estar sobre la mesa" es "¿Cómo es posible que miles de personas hayan acertado más respecto a lo que dice el Tribunal Supremo de lo que estuvieron los jueces?".

Bosch asegura que en las anteriores sentencias, había "más cosas que las jurídicas": "Hay todo un sistema de valores, de percepciones, de sesgos de género, hace falta más formación y perspectiva de género. Por eso, considera que "la sentencia es muy acertada y es un paso adelante en la lucha contra la violencia machista".

"Esta sentencia no viene de la nada, no es una visión aislada", asegura, respecto a lo que apunta que vivimos en una sociedad "bastante machista" y que sería una "ingenuidad" pensar que no hay sesgos de género dentro de la judicatura que "también forma parte de esa sociedad".

"No es un problema de falta de capacidad jurídica, sino que algunas cuestiones tienen que ver en cómo se interpretan los hechos": "Donde dos jueces vieron gemidos de dolor, hubo un juez que vio gemidos de placer". "A veces no vemos las cosas como son, sino como somos", ha concluido el magistrado.

Algo que ha ejemplificado asegurando que "habitualmente, cuando un señor es llevado a un habitáculo de dos por dos con cinco hombres y le exigen que le den el teléfono móvil, en cualquier tribunal de este país se diría que esto es intimidación, si cuando estas cosas pasan a las mujeres se baja el listón de la exigencia en la intimidación es porque hay unos sesgos de género que nos dicen que la mujer incluso podría estar exagerando".

"Cuando hay denuncias de violencia machista, hay sentencias que han bajado el listón y creo que el Tribunal Supremo lo ha puesto en la medida proporcionada", ha añadido.

"La sentencia dice con claridad que no es abuso, sino violación, cuando cinco hombres te llevan a un espacio que anula tu voluntad. El tribunal Supremo ha dejado claro que se ha producido una situación de intimidación, además, constata un agravante de un trato especialmente vejatorio que supone el aumento de la pena: que se produzca una violación de carácter colectivo, simultáneo, acompañada de instrumentos de grabación tiene un carácter vejatorio", ha explicado, respecto a lo que ha apuntado que "la sentencia es un ejemplo muy positivo para seguir avanzando en la lucha contra la violencia machista".

"Me parece un aspecto positivo de la sentencia que remarque que a las mujeres no se les pueden pedir esfuerzos sobrehumanos ni enfrentarse a cinco hombres en un espacio de dos por dos metros", ha reiterado.

Bosch ha concluido apuntado que "hemos presenciado muchos casos de mujeres que por resistirse han sido asesinadas" y que "es desproporcionado que en un hombre se acepte en una situación equivalente que deben ceder para no sufrir daños mayores y que a las mujeres se les exija un comportamiento heroico cuando la capacidad de resistencia en estos casos queda muy anulada".