Son muchos los productos que han visto incrementado su precio en el 2018: la patata, el vino, la fruta, el jamón o el queso han llegado a crecer un 12%.

Pero esas subidas no sólo se aprecian en los alimentos, sino también en los carburantes. El gasóleo ha aumentado un 9,2%, la gasolina, un 4,9%, el gas, un 13,3%.