El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha mostrado este jueves abierto a revisar el impuesto a las empresas a las energéticas, un tributo que provocó que compañías como Repsol amenacen con llevarse las inversiones fuera de España. Sobre esto, el economista Gonzalo Bernardos ha opinado en Más Vale Tarde que "sin duda" a Sánchez le han influido las presiones de las grandes empresas.

"Pedro Sánchez se ha acongojado. Tira para atrás. Josu Jon Imaz, el CEO de Repsol, le ha ganado la partida. El presidente del Gobierno tiene miedo de que algunas inversiones que están previstas en España se vayan a otros países", ha explicado el profesor de Economía de la Universidad de Barcelona.

Según Bernardos, el impuesto extraordinario a las energéticas "no se debe producir si se cumplen dos criterios". El primero es que se tribute un 20% o más por el impuesto de sociedades: "Pero no el tipo nominal, sino el efectivo". El segundo es que las inversiones que se hacen durante el año "sean cuantiosas". Bajo estos dos preceptos, si se genera empleo y se pagan unos impuestos proporcionales a lo pagan las pequeñas y medianas empresas, al economista le parece "muy bien" que no sigan pagando este impuesto.

"Pero cuidado, lo que no puede ser es que tributen como tributan la mayoría de los grandes grupos empresariales, que es el 4,9%", ha matizado, zanjando que pagar impuestos e invertir debe ser motivo de no pagar el extraordinario. "Pero si no, que siga el impuesto", ha terminado.