Los niños se asoman a las ventanas del barrio para ver cómo llega: "¡Es El Morad!". Jordi Évole visita Los Bloques de La Florida, el barrio más humilde de L'Hospitalet de Llobregat, para hablar con Morad, el cantante de música urbana que está revolucionando el panorama musical sin discográfica y totalmente a su manera.

"En el número 8 estás tú, en el 10 Aitana, en el 12 C.Tangana, 21 millones de visualizaciones...", Jordi Évole alucina con su éxito y el rapero explica cómo empezó: "Yo no quería ni cantar, me daba vergüenza, pensaba que no le iba a gustar a la gente". Esto le ha llevado a ganar más dinero que "un jugador de primera", pero Morad es fiel a sus principios: "Yo no puedo sacar un reloj que vale más que la casa de esa señora que está de okupa".

Mientras pasea por las calles, se rodea de los niños, se hace fotos con ellos, les firma autógrafos, choca la mano con sus amigos... "Yo también estuve encerrado", cuenta uno de ellos a Jordi Évole sentado con Morad en un banco del parque. "Ha llegado un momento en el que hemos dicho 'Basta ya'", explica el artista, quien también se ha visto envuelto en problemas con la justicia.

Morad es español y marroquí pero confiesa que no le han querido ver español "en ningún lado". Así, denuncia con Jordi Évole episodios de racismo que ha vivido él mismo: "Yo quiero coger el metro y no puedo porque la gente se coge el bolso".

Cuando Morad llega a su casa recuerda lo que vivió con tan solo 12 años cuando su madre perdió su custodia y tuvo que dejar de vivir con ella hasta los 18: "Sales con una rabia que podría acabar preso otra vez", explica a Évole ya que en los años donde no vivió con su madre al rapero le metieron en una cárcel de menores durante dos años por delinquir. Así, le queda pendiente un juicio de robo en casa habitada y amenazas, pero Morad no tiene miedo por volver a entrar en prisión: "Si toca, toca, yo sé que la gente me va a escuchar igual".

Este domingo, a las 21:30 horas, no te pierdas la entrevista completa en Lo de Évole, en laSexta.