Maruja Torres reivindica que la vida sin gente no merece la pena: "Es interesante ser animales que se frotan y se lamen sus heridas"
"La vida, si no es congregación, si no es gente, no vale la pena", afirma Maruja Torres a Jordi Évole: "Hay que mancharse, quererse, herirse y hay que aprender a lamerse las heridas y a que te ayuden otros a que te las lamas".
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