Margarita del Val, viróloga e investigadora del CSIC, ha advertido en Liarla Pardo de que en España aún está por llegar la "oleada de otoño" que se está viviendo en Europa. "Lo que se está viendo en Europa, que están subiendo los casos, no es la misma oleada que hemos tenido nosotros. En verano prácticamente la única oleada ha sido en España. Lo que están viendo en el resto de Europa son las oleadas de otoño", ha subrayado la experta.

En este sentido, la viróloga ha señalado que "allí ha empezado el frío antes" y "han empezado las oleadas de otoño". "A nosotros se nos va a sumar la oleada de otoño, que vendrá con un desfase de un par de semanas respecto a los países europeos por no haber bajado la de verano", ha alertado.

Por este motivo, Del Val ha pedido "muchísima responsabilidad a todos los gestores, gobernantes y administradores" y que "impongan medidas cuanto antes". "No se nos pueden juntar dos oleadas", ha advertido.

En lo referente a Madrid, la virológica ha dicho que "debería haber intervenido un mes antes, a principios de septiembre, porque las intervenciones tempranas es de lo más claro que hemos aprendido en la primera ola". "Cuanto antes mejor, será menos duro y duradero", ha apostillado.

Y sobre las terrazas de bares y restaurantes, que parecen una alternativa para que la hostelería se mantenga en invierno, Margarita del Val ha dicho que "dan una falsa seguridad porque no se tienen medidas de protección frente al virus". "Si los bares y los restaurantes en el exterior no garantizan distancia entre los comensales de casa mesa, no vale para nada porque el contagio sin mascarilla es muy probable en gente que está tan cerca", ha manifestado.

"En interiores es todavía más complicado porque si no están bien ventilados, si no hay una renovación continua del aire por el aire acondicionado o ventanas abiertas, el virus se acumula en los aerosoles, queda suspendido en el aire y se puede transmitir a una persona que está a cuatro metros", ha advertido, a lo que ha añadido que "los interiores son muy preocupantes porque no se tienen ninguna medida de contención del virus y no se tiene la mascarilla puesta porque todo el mundo se la quita durante toda la duración de la comida".