Junts se encuentra en una encrucijada política que ilustra su dilema actual: o cumplir los acuerdos alcanzados o enfrentar derrotas parlamentarias. Esta semana, el partido ha demostrado su capacidad para alterar la dinámica política al cambiar su voto a última hora y amenazar con torpedear los presupuestos, un movimiento que podría poner en riesgo la estabilidad del gobierno central. Sin embargo, la alternativa a esta situación parece ser igualmente incierta, ya que no existe una opción viable entre una moción de censura con el Partido Popular y Vox, o la disolución del Congreso y la convocatoria de nuevas elecciones.
El poder real de Juntsse ha reducido considerablemente en Cataluña. La formación, que alguna vez dominó con mayorías absolutas bajo el liderazgo de Jordi Pujol, ha perdido influencia en la Generalitat, donde el Govern está encabezado por el PSC y apoyado por Esquerra y Comuns. En los ayuntamientos, Junts mantiene la alcaldía en 336 localidades, lo que representa un tercio del total en Cataluña, pero carece de control en las principales ciudades y capitales provinciales.
La pérdida de poder también se extiende a las diputaciones, donde solo conservan la presidencia en la diputación de Girona, perdiendo influencia en tres de las cuatro restantes. Este panorama subraya que, a pesar de la debilidad relativa de Junts en el ámbito local y autonómico, sus siete diputados en el Congreso continúan siendo su principal baluarte de influencia política, destacándose como la única área donde pueden ejercer un impacto significativo.
2.814 metros
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